Un empresario comodorense cuestionó la "intransigencia" del SOMU y Siconara

“Las paritarias son una negociación entre partes, pero hasta ahora solo hubo imposiciones de los gremios”, reprochó el titular de Pesquera del Sud y Hielos de la Patagonia. Javier Snidersich, que además se quejó de la "inacción estatal".

16 ABR 2021 - 18:25 | Actualizado

El empresario pesquero comodorense Javier Fernando Snidersich salió a quejarse y manifestar se preocupación por la intransigente postura del SOMU y el SICONARA en cuanto a la negociación paritaria para la merluza y la anchoíta, lo cual mantiene paralizados a los barcos de la Flota Amarilla que quieren ir a pescar esos recursos, y a las plantas que cortan merluza están desabastecidas.

Además, en una entrevista con la Revista Puerto, un medio especializado en la actualidad pesquera, cuestionó la inacción estatal para destrabar la situación, al tiempo de sostener que el ofrecimiento de incremento salarial fue del 38%, dos puntos por encima de la inflación, pero que los sindicatos se mantienen en la postura inflexible de reclamar 45%.

“Tenía entendido que las paritarias son una negociación entre partes, pero en las últimas paritarias en lo que respecta a la flota amarilla de Rawson, no hubo negociación, fueron solo imposiciones de los gremios”, reprochó el titular de las empresas Pesquera del Sud y Hielos de la Patagonia.

Describió que existe una distorsión en el mecanismo de discusión salarial apuntando a que los gremios exigen un determinado porcentaje, disparan el conflicto, no acatan las conciliaciones obligatorias y al extender la paralización de la actividad, no firman hasta que se les otorga lo requerido.

“Acá faltan reglas claras del Gobierno, que no puede seguir mirando para otro lado”, indicó Snidersich.

En cuanto a las tratativas entabladas con el SOMU y el SICONARA “ofrecimos primero un incremento en función de la inflación es decir un 36%, y después ofrecimos llegar a 38%, pero ellos siguen pidiendo 45% o nada; entonces, así no hay negociación posible, es solo imposición”, lamentó.

Por otro lado, el empresario comodorense advirtió que “lo que está en discusión no son salarios mínimos, vitales y móviles”, al sostener que los sueldos de los marineros y maquinistas están por encima del promedio de la mayoría de las actividades económicas y productivas.

“No desmerezco el trabajo de nadie, entiendo lo sacrificado que es la actividad, pero son salarios importantes, y no se pude parar una actividad y cortar toda la cadena productiva. Tengo un barco que no puedo llevarme de Rawson a Comodoro a pescar merluza para abastecer a mi planta que tiene 70 personas paradas sin materia prima para procesar”, describió sobre los efectos de la dilación de la paritaria con los dos gremios.

“Cómo hago para sostener y pagar 70 sueldos de planta sin poder trabajar”, se preguntó. “Si bien el negocio de la merluza hoy es pésimo, pero es peor pagar sueldos garantizados a 70 personas, por eso estamos dispuestos a hacer merluza. Queremos trabajar. Necesito traer el barco de Rawson a Comodoro para que la planta esté en funcionamiento”, detalló sin ocultar el enojo que le provoca la situación.

Asimismo, sostuvo que la temporada de langostino de aguas provinciales terminó a mediados de marzo “y desde ese momento no puedo sacar el barco de Rawson. Esto es una barbaridad. Yo quiero poner el barco a trabajar a pescar merluza para darle trabajo a las 70 personas de la planta”, reiteró.

El propietario del buque pesquero Pachaca lamentó que ante estas circunstancias “todos miran para otro lado y el conflicto se dilata sin solución. Los gremios miran para otro lado, el Gobierno mira para otro lado, las empresas miran para otro lado. Estimo que ya perdí de pescar 10 mil cajones de merluza y tener trabajando la planta. Necesito una continuidad de trabajo para no entrar a acumular deudas, pero esto los sindicatos no lo entienden”, dijo el empresario comodorense.

“En el Golfo San Jorge tenemos buena cantidad de merluza durante los meses de marzo, abril y mayo. Ya perdimos marzo y la mitad de abril”, manifestó.

“Yo sé que lo que digo puede molestar, pero ya no me puedo callar. Soy una persona de trabajo, tengo las herramientas para trabajar, el barco, la planta, pero no me dejan”, sintetizó Javier Snidersich, quien siempre ha cultivado un bajo perfil, pero esta vez optó por hacer pública su opinión y visibilizar el contexto del conflicto.

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16 ABR 2021 - 18:25

El empresario pesquero comodorense Javier Fernando Snidersich salió a quejarse y manifestar se preocupación por la intransigente postura del SOMU y el SICONARA en cuanto a la negociación paritaria para la merluza y la anchoíta, lo cual mantiene paralizados a los barcos de la Flota Amarilla que quieren ir a pescar esos recursos, y a las plantas que cortan merluza están desabastecidas.

Además, en una entrevista con la Revista Puerto, un medio especializado en la actualidad pesquera, cuestionó la inacción estatal para destrabar la situación, al tiempo de sostener que el ofrecimiento de incremento salarial fue del 38%, dos puntos por encima de la inflación, pero que los sindicatos se mantienen en la postura inflexible de reclamar 45%.

“Tenía entendido que las paritarias son una negociación entre partes, pero en las últimas paritarias en lo que respecta a la flota amarilla de Rawson, no hubo negociación, fueron solo imposiciones de los gremios”, reprochó el titular de las empresas Pesquera del Sud y Hielos de la Patagonia.

Describió que existe una distorsión en el mecanismo de discusión salarial apuntando a que los gremios exigen un determinado porcentaje, disparan el conflicto, no acatan las conciliaciones obligatorias y al extender la paralización de la actividad, no firman hasta que se les otorga lo requerido.

“Acá faltan reglas claras del Gobierno, que no puede seguir mirando para otro lado”, indicó Snidersich.

En cuanto a las tratativas entabladas con el SOMU y el SICONARA “ofrecimos primero un incremento en función de la inflación es decir un 36%, y después ofrecimos llegar a 38%, pero ellos siguen pidiendo 45% o nada; entonces, así no hay negociación posible, es solo imposición”, lamentó.

Por otro lado, el empresario comodorense advirtió que “lo que está en discusión no son salarios mínimos, vitales y móviles”, al sostener que los sueldos de los marineros y maquinistas están por encima del promedio de la mayoría de las actividades económicas y productivas.

“No desmerezco el trabajo de nadie, entiendo lo sacrificado que es la actividad, pero son salarios importantes, y no se pude parar una actividad y cortar toda la cadena productiva. Tengo un barco que no puedo llevarme de Rawson a Comodoro a pescar merluza para abastecer a mi planta que tiene 70 personas paradas sin materia prima para procesar”, describió sobre los efectos de la dilación de la paritaria con los dos gremios.

“Cómo hago para sostener y pagar 70 sueldos de planta sin poder trabajar”, se preguntó. “Si bien el negocio de la merluza hoy es pésimo, pero es peor pagar sueldos garantizados a 70 personas, por eso estamos dispuestos a hacer merluza. Queremos trabajar. Necesito traer el barco de Rawson a Comodoro para que la planta esté en funcionamiento”, detalló sin ocultar el enojo que le provoca la situación.

Asimismo, sostuvo que la temporada de langostino de aguas provinciales terminó a mediados de marzo “y desde ese momento no puedo sacar el barco de Rawson. Esto es una barbaridad. Yo quiero poner el barco a trabajar a pescar merluza para darle trabajo a las 70 personas de la planta”, reiteró.

El propietario del buque pesquero Pachaca lamentó que ante estas circunstancias “todos miran para otro lado y el conflicto se dilata sin solución. Los gremios miran para otro lado, el Gobierno mira para otro lado, las empresas miran para otro lado. Estimo que ya perdí de pescar 10 mil cajones de merluza y tener trabajando la planta. Necesito una continuidad de trabajo para no entrar a acumular deudas, pero esto los sindicatos no lo entienden”, dijo el empresario comodorense.

“En el Golfo San Jorge tenemos buena cantidad de merluza durante los meses de marzo, abril y mayo. Ya perdimos marzo y la mitad de abril”, manifestó.

“Yo sé que lo que digo puede molestar, pero ya no me puedo callar. Soy una persona de trabajo, tengo las herramientas para trabajar, el barco, la planta, pero no me dejan”, sintetizó Javier Snidersich, quien siempre ha cultivado un bajo perfil, pero esta vez optó por hacer pública su opinión y visibilizar el contexto del conflicto.


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