Editorial / La política, el Fondo y las aulas

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Incertidumbre. El gobernador Arcioni, el ministro Perczyk y un inicio de clases que no está garantizado.
05 FEB 2022 - 20:51 | Actualizado

Ya arrancó el segundo mes del año y la quietud en la política chubutense abruma. Es verdad que el mes de diciembre fue un polvorín con el ida y vuelta por la zonificación minera, pero nadie esperaba un verano tan anodino.

La política nacional, en cambio, arde. La renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque de Diputados del oficialismo, disgustado con el preacuerdo que el Gobierno nacional cerró con el Fondo Monetario Internacional, profundizó las diferencias entre el kirchnerismo y el resto de sus aliados en al Frente de Todos.

Pandemia mediante, al presidente Alberto Fernández nunca le sobró nada en su gestión y por si fuera poco la oposición casi siempre obtusa con la que le toca lidiar, ahora debe cuidarse de que los puentes con el kirchnerismo no se terminen de derrumbar por completo. Hay que cruzar el río y todavía va por la mitad.

Esta nueva crisis interna de la coalición gobernante tendrá repercusión en Chubut cuando los legisladores nacionales deban tratar en el Congreso el apoyo o el rechazo al acuerdo con el FMI. Se descuenta que los senadores “Nacho” Torres y Edith Terenzi, y los diputados nacionales Ana Clara Romero y Matías Taccetta, todos de Juntos por el Cambio, votarán lo que ordene en su momento Horacio Rodríguez Larreta. Esto es, apoyar o rechazar el acuerdo según les convenga en ese momento. La estrategia de correr el arco todo el tiempo es lo que mejor les sale.

Lo interesante será saber cómo se alinearán los legisladores peronistas chubutenses que habitan ambas cámaras. Aunque por ahora hizo un ruidoso silencio, todos dan por descontado que el diputado Santiago Igon será uno de los votos en contra que se sumará al de Máximo. Su pertenencia a La Cámpora y su relación personal con el hijo de Néstor y Cristina no le dejan muchas opciones.

Distinto es el caso del senador Carlos Linares, que en una reciente visita a Puerto Madryn destacó la decisión de Máximo de decir lo que piensa y actuar en consecuencia, pero por otro lado se preguntó: “¿Es bueno el acuerdo? No, no es bueno, pero acordar permitirá sacarnos esta espada de la cabeza”. Las convicciones firmes siempre han sido un punto débil del exintendente de Comodoro Rivadavia, que a esta hora parece más cercano a la Casa Rosada que al Instituto Patria.

Las otras dos diputadas que deberán opinar en el Congreso son la trelewense Estela Hernández y la madrynense Eugenia Alianiello. La primera, sin referentes locales fuertes, se inclinaría por apoyar la postura del Presidente. La segunda, que escuchará con suma atención lo que le digan sus jefes políticos, Ricardo y Gustavo Sastre, también levantará su mano a favor de acordar con el Fondo.

Igual, por ahora, son todas especulaciones. A la hora de la verdad no se descartan sorpresas.

Aulas y dudas

El gobernador Mariano Arcioni y el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, dijeron hace pocos días que trabajarán juntos para que las clases en Chubut comiencen el 2 de marzo. No pareció más que una expresión de deseos pero, a la vez, fue un gesto que nunca antes un ministro de Educación de la Nación había tenido con la Provincia en la previa de un ciclo lectivo.

Tal vez porque sabe que Chubut es uno de los distritos más castigado por los paros docentes y la pandemia, lo que hicieron que los últimos tres ciclos lectivos casi no existieran, el ministro nacional pretende ayudar a encauzar la situación con anticipación. “Estamos trabajando de manera conjunta, no sólo por el tema salarial sino también con los programas de asistencia de material educativo, conectividad y obras de infraestructura escolar”, dijo Arcioni tras la reunión en Buenos Aires. Perczyk fue más escueto y sólo se expresó a través de dos tuits: “Mantuvimos una reunión de cara al inicio del ciclo lectivo 2022 con presencialidad plena y segura. Además, coordinamos acciones para la implementación del programa Libros Para Aprender y para que las chicas y los chicos de Chubut tengan conectividad y mejoras en las infraestructuras educativas”.

Tal vez hubo definiciones que prefirieron mantener en privado, pero la comunicación oficial dejó gusto a poco. Aunque se supo que la cartera nacional habría dado su compromiso para financiar con fondos nacionales la compra de sillas, bancos y escritorios por $ 144 millones, más otros $ 20 millones para útiles escolares.

Tira y afloje

El Gobierno provincial no ha podido avanzar demasiado hasta ahora con los gremios docentes, sobre todo con la ATECh, pero mostró algo de estrategia en la gestión del tema. Por ejemplo, mandó la semana pasada a Comodoro Rivadavia a varios funcionarios provinciales para sentarse con Daniel Murphy y Carlos Magno, los dos líderes de la ATECh que construyeron su poder desde la Regional Sur, siempre la más dura a la hora de negociar.

Pero unos días después también reunió a la ministra de Educación, Florencia Perata, con padres de alumnos comodorenses que reclaman –como en muchos rincones de la provincia- que el 2 de marzo sin falta arranquen las clases. En el Gobierno admiten que las negociaciones salariales están difíciles pero que habrá avances. Y destacan que este año existen condiciones edilicias, de transporte y partidas económicas para que el ciclo lectivo se inicie con normalidad.

Todos los derechos son importantes, sobre todo los de los trabajadores. Pero el derecho a la educación también es central para una sociedad y es una obligación del Estado garantizarlo.

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Incertidumbre. El gobernador Arcioni, el ministro Perczyk y un inicio de clases que no está garantizado.
05 FEB 2022 - 20:51

Ya arrancó el segundo mes del año y la quietud en la política chubutense abruma. Es verdad que el mes de diciembre fue un polvorín con el ida y vuelta por la zonificación minera, pero nadie esperaba un verano tan anodino.

La política nacional, en cambio, arde. La renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque de Diputados del oficialismo, disgustado con el preacuerdo que el Gobierno nacional cerró con el Fondo Monetario Internacional, profundizó las diferencias entre el kirchnerismo y el resto de sus aliados en al Frente de Todos.

Pandemia mediante, al presidente Alberto Fernández nunca le sobró nada en su gestión y por si fuera poco la oposición casi siempre obtusa con la que le toca lidiar, ahora debe cuidarse de que los puentes con el kirchnerismo no se terminen de derrumbar por completo. Hay que cruzar el río y todavía va por la mitad.

Esta nueva crisis interna de la coalición gobernante tendrá repercusión en Chubut cuando los legisladores nacionales deban tratar en el Congreso el apoyo o el rechazo al acuerdo con el FMI. Se descuenta que los senadores “Nacho” Torres y Edith Terenzi, y los diputados nacionales Ana Clara Romero y Matías Taccetta, todos de Juntos por el Cambio, votarán lo que ordene en su momento Horacio Rodríguez Larreta. Esto es, apoyar o rechazar el acuerdo según les convenga en ese momento. La estrategia de correr el arco todo el tiempo es lo que mejor les sale.

Lo interesante será saber cómo se alinearán los legisladores peronistas chubutenses que habitan ambas cámaras. Aunque por ahora hizo un ruidoso silencio, todos dan por descontado que el diputado Santiago Igon será uno de los votos en contra que se sumará al de Máximo. Su pertenencia a La Cámpora y su relación personal con el hijo de Néstor y Cristina no le dejan muchas opciones.

Distinto es el caso del senador Carlos Linares, que en una reciente visita a Puerto Madryn destacó la decisión de Máximo de decir lo que piensa y actuar en consecuencia, pero por otro lado se preguntó: “¿Es bueno el acuerdo? No, no es bueno, pero acordar permitirá sacarnos esta espada de la cabeza”. Las convicciones firmes siempre han sido un punto débil del exintendente de Comodoro Rivadavia, que a esta hora parece más cercano a la Casa Rosada que al Instituto Patria.

Las otras dos diputadas que deberán opinar en el Congreso son la trelewense Estela Hernández y la madrynense Eugenia Alianiello. La primera, sin referentes locales fuertes, se inclinaría por apoyar la postura del Presidente. La segunda, que escuchará con suma atención lo que le digan sus jefes políticos, Ricardo y Gustavo Sastre, también levantará su mano a favor de acordar con el Fondo.

Igual, por ahora, son todas especulaciones. A la hora de la verdad no se descartan sorpresas.

Aulas y dudas

El gobernador Mariano Arcioni y el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, dijeron hace pocos días que trabajarán juntos para que las clases en Chubut comiencen el 2 de marzo. No pareció más que una expresión de deseos pero, a la vez, fue un gesto que nunca antes un ministro de Educación de la Nación había tenido con la Provincia en la previa de un ciclo lectivo.

Tal vez porque sabe que Chubut es uno de los distritos más castigado por los paros docentes y la pandemia, lo que hicieron que los últimos tres ciclos lectivos casi no existieran, el ministro nacional pretende ayudar a encauzar la situación con anticipación. “Estamos trabajando de manera conjunta, no sólo por el tema salarial sino también con los programas de asistencia de material educativo, conectividad y obras de infraestructura escolar”, dijo Arcioni tras la reunión en Buenos Aires. Perczyk fue más escueto y sólo se expresó a través de dos tuits: “Mantuvimos una reunión de cara al inicio del ciclo lectivo 2022 con presencialidad plena y segura. Además, coordinamos acciones para la implementación del programa Libros Para Aprender y para que las chicas y los chicos de Chubut tengan conectividad y mejoras en las infraestructuras educativas”.

Tal vez hubo definiciones que prefirieron mantener en privado, pero la comunicación oficial dejó gusto a poco. Aunque se supo que la cartera nacional habría dado su compromiso para financiar con fondos nacionales la compra de sillas, bancos y escritorios por $ 144 millones, más otros $ 20 millones para útiles escolares.

Tira y afloje

El Gobierno provincial no ha podido avanzar demasiado hasta ahora con los gremios docentes, sobre todo con la ATECh, pero mostró algo de estrategia en la gestión del tema. Por ejemplo, mandó la semana pasada a Comodoro Rivadavia a varios funcionarios provinciales para sentarse con Daniel Murphy y Carlos Magno, los dos líderes de la ATECh que construyeron su poder desde la Regional Sur, siempre la más dura a la hora de negociar.

Pero unos días después también reunió a la ministra de Educación, Florencia Perata, con padres de alumnos comodorenses que reclaman –como en muchos rincones de la provincia- que el 2 de marzo sin falta arranquen las clases. En el Gobierno admiten que las negociaciones salariales están difíciles pero que habrá avances. Y destacan que este año existen condiciones edilicias, de transporte y partidas económicas para que el ciclo lectivo se inicie con normalidad.

Todos los derechos son importantes, sobre todo los de los trabajadores. Pero el derecho a la educación también es central para una sociedad y es una obligación del Estado garantizarlo.


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