Los primeros indicios de la presencia del roedor los tuvo John durante la madrugada mientras dormía. Cerca de las 1.30 del 9 de mayo, escuchó ruidos como si rasgaran una pared. Sin embargo, no le dio importancia. Horas más tarde descubrió quien los provocaba: una rata salvaje de 22 centímetros que atacó a su esposa y la dejó gravemente herida.
Según relató el medio local Nottinghamshire, Diana tiene daño cerebral, por lo que no puede sentir, moverse ni reaccionar ante una situación de esta magnitud. La mujer duerme en una cama de hospital en la parte baja de la casa y es cuidada por su marido y un equipo médico que atiende durante el día. Luego de ver la escena, su esposo llamó a una ambulancia y les pidió ayuda a los vecinos para encontrar al animal que había atacado a su esposa.
“Nunca había visto nada parecido como las heridas que tenía Diana. Fue absolutamente salvaje, tenía rasguños en la cara, el cuello y las manos. Al principio pensé que le habían disparado”, explicó su marido a dicho medio. “Parecía que el animal había tratado de roer hasta el hueso. Había sangre por todas partes”, agregó.
La mujer fue llevada al hospital donde permaneció cuatro días internada a causa de las heridas que sufrió.
En medio del momento desesperante, John intentó buscar a la rata, pero le resultó imposible encontrarla en ese momento y lo logró un día después, cuando un vecino instaló una trampa con la que consiguió cazarla.
Luego de ello, el animal fue enjaulado y durante su cautiverio trató de atacar a las personas que se le acercaban. Ese mismo día, John le pidió a su vecino que lo matara a tiros: “Le disparó cuatro veces con una pistola de perdigones antes de que finalmente muriera”.
“Debido a su condición, mi esposa no puede moverse. He leído que las ratas solo buscan bebés pequeños y personas que están inmóviles en la cama, como mi esposa. Ella no puede sentir dolor, por lo que no habría sabido mucho sobre lo que sucedió. Me gustaría que la gente supiera lo que puede suceder para que estén al tanto”, expresó.
Asimismo, sostuvo que, en los días previos al suceso, había tenido indicios de la presencia del roedor pero que no le dio la importancia suficiente: “Me enteré después de que sucedió que estaba haciendo un nido en la casa”.
Los primeros indicios de la presencia del roedor los tuvo John durante la madrugada mientras dormía. Cerca de las 1.30 del 9 de mayo, escuchó ruidos como si rasgaran una pared. Sin embargo, no le dio importancia. Horas más tarde descubrió quien los provocaba: una rata salvaje de 22 centímetros que atacó a su esposa y la dejó gravemente herida.
Según relató el medio local Nottinghamshire, Diana tiene daño cerebral, por lo que no puede sentir, moverse ni reaccionar ante una situación de esta magnitud. La mujer duerme en una cama de hospital en la parte baja de la casa y es cuidada por su marido y un equipo médico que atiende durante el día. Luego de ver la escena, su esposo llamó a una ambulancia y les pidió ayuda a los vecinos para encontrar al animal que había atacado a su esposa.
“Nunca había visto nada parecido como las heridas que tenía Diana. Fue absolutamente salvaje, tenía rasguños en la cara, el cuello y las manos. Al principio pensé que le habían disparado”, explicó su marido a dicho medio. “Parecía que el animal había tratado de roer hasta el hueso. Había sangre por todas partes”, agregó.
La mujer fue llevada al hospital donde permaneció cuatro días internada a causa de las heridas que sufrió.
En medio del momento desesperante, John intentó buscar a la rata, pero le resultó imposible encontrarla en ese momento y lo logró un día después, cuando un vecino instaló una trampa con la que consiguió cazarla.
Luego de ello, el animal fue enjaulado y durante su cautiverio trató de atacar a las personas que se le acercaban. Ese mismo día, John le pidió a su vecino que lo matara a tiros: “Le disparó cuatro veces con una pistola de perdigones antes de que finalmente muriera”.
“Debido a su condición, mi esposa no puede moverse. He leído que las ratas solo buscan bebés pequeños y personas que están inmóviles en la cama, como mi esposa. Ella no puede sentir dolor, por lo que no habría sabido mucho sobre lo que sucedió. Me gustaría que la gente supiera lo que puede suceder para que estén al tanto”, expresó.
Asimismo, sostuvo que, en los días previos al suceso, había tenido indicios de la presencia del roedor pero que no le dio la importancia suficiente: “Me enteré después de que sucedió que estaba haciendo un nido en la casa”.