"De vuelta al Despacho Oval. Gracias al doctor por la buena atención y a todos ustedes por su apoyo", escribió Biden en su cuenta de Twitter, en la que adjuntó una fotografía de un test de antígenos.
"Dados estos factores tranquilizadores, el presidente suspenderá sus estrictas medidas de aislamiento", precisó O'Connor, quien sin embargo aclaró que su paciente seguirá utilizando tapabocas durante al menos diez días.
"Siempre que esté cerca de otras personas deberá usar mascarilla, siguiendo las pautas marcadas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC)", añadió, en referencia al protocolo establecido por la agencia sanitaria.
El caso de Biden, quien cuenta con la pauta completa de la vacuna y dos dosis de refuerzo, sirvió al Ejecutivo para alentar a la población a inmunizarse.
El gobernante demócrata se contagió el pasado jueves, si bien en todo momento evolucionó favorablemente y tan solo presentó "síntomas muy leves", según su médico.
Biden terminó sus cinco días de tratamiento con el medicamento Paxlovid hace 36 horas, escribió hoy O'Connor en un memorando que posteriormente fue publicado por la Casa Blanca y recogido por las agencias de noticias ANSA y Europa Press.
El dignatario ya había superado en los últimos días casi por completo los síntomas de la enfermedad, pese a haber contraído una subvariante muy agresiva de la cepa Ómicron, considerada la más contagiosa de todas las existentes.
"Sus síntomas ahora han desaparecido casi por completo y solo está un poco ronco y todavía sufre algo de congestión nasal", escribió Kevin O´Connor el lunes.
A sus 79 años, Biden entra en la categoría de personas en riesgo de desarrollar un caso grave de la enfermedad.
No obstante, la Casa Blanca intentó tranquilizar a la población sobre su estado de salud y su capacidad para gobernar, incluso en autoaislamiento.
Esto le permitió continuar realizando su trabajo de forma remota, a través de un sistema especial de zoom gracias al cual mantuvo contacto casi permanente con sus colegas y no descuidó su actividad presidencial.
De todas formas, el contagio lo obligó a suspender algunas actividades, como la reunión bilateral que tenía programada para el martes con Alberto Fernández en Washington.
"De vuelta al Despacho Oval. Gracias al doctor por la buena atención y a todos ustedes por su apoyo", escribió Biden en su cuenta de Twitter, en la que adjuntó una fotografía de un test de antígenos.
"Dados estos factores tranquilizadores, el presidente suspenderá sus estrictas medidas de aislamiento", precisó O'Connor, quien sin embargo aclaró que su paciente seguirá utilizando tapabocas durante al menos diez días.
"Siempre que esté cerca de otras personas deberá usar mascarilla, siguiendo las pautas marcadas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC)", añadió, en referencia al protocolo establecido por la agencia sanitaria.
El caso de Biden, quien cuenta con la pauta completa de la vacuna y dos dosis de refuerzo, sirvió al Ejecutivo para alentar a la población a inmunizarse.
El gobernante demócrata se contagió el pasado jueves, si bien en todo momento evolucionó favorablemente y tan solo presentó "síntomas muy leves", según su médico.
Biden terminó sus cinco días de tratamiento con el medicamento Paxlovid hace 36 horas, escribió hoy O'Connor en un memorando que posteriormente fue publicado por la Casa Blanca y recogido por las agencias de noticias ANSA y Europa Press.
El dignatario ya había superado en los últimos días casi por completo los síntomas de la enfermedad, pese a haber contraído una subvariante muy agresiva de la cepa Ómicron, considerada la más contagiosa de todas las existentes.
"Sus síntomas ahora han desaparecido casi por completo y solo está un poco ronco y todavía sufre algo de congestión nasal", escribió Kevin O´Connor el lunes.
A sus 79 años, Biden entra en la categoría de personas en riesgo de desarrollar un caso grave de la enfermedad.
No obstante, la Casa Blanca intentó tranquilizar a la población sobre su estado de salud y su capacidad para gobernar, incluso en autoaislamiento.
Esto le permitió continuar realizando su trabajo de forma remota, a través de un sistema especial de zoom gracias al cual mantuvo contacto casi permanente con sus colegas y no descuidó su actividad presidencial.
De todas formas, el contagio lo obligó a suspender algunas actividades, como la reunión bilateral que tenía programada para el martes con Alberto Fernández en Washington.