Fideos con rosa mosqueta, vinagres de recolectores y dulces cooperativos, propuestas de las familias de la U.T.T

Integrantes de la Unión de Trabajadores de la Tierra valoraron “el segundo viaje soberano con más de 30.000 kilos de alimentos campesinos que consolidan el abastecimiento a precios justos de nuestros pueblos, ciudades y parajes rurales de La Pampa, Río Negro, Neuquén y Chubut”, concretado la semana pasada.

01 SEP 2022 - 18:36 | Actualizado 01 SEP 2022 - 18:44

La sede de la UTT en la localidad de El Hoyo reunió esta semana a la Red de Familias Productoras y Elaboradoras Agroecológicas de la Comarca Andina, “poniendo en agenda problemas comunes y organizándonos para resolverlos de manera colectiva”, explicaron.

En esta primera convocatoria, “dimos un paso muy importante, consolidando un nuevo grupo de trabajo y con el cual venimos articulando desde hace más de un año. Familias elaboradoras y productoras de nuestra comarca que fortalecen la economía regional agregando valor en el territorio a las producciones locales”, graficó Erika Benavente, coordinadora del almacén de ramos generales y productora de la UTT Chubut/Línea Sur, al tiempo que adelantó que “seguimos batallando desde la solidaridad y el amor. Luchamos por un mañana mejor hasta cambiarlo todo, porque la salida es colectiva”.

Dulces naturales

Entre sus integrantes, Rubus “nació como un proyecto colectivo para dar respuesta a una necesidad económica agravada durante la pandemia, pero también para fortalecer y agregar valor a la producción agroecológica local”, señalaron en referencia a los dulces de frambuesas, frutillas, frutos del bosque, rosa mosqueta y sauco, “un alimento natural elaborado al pie del cerro Piltriquitrón, en El Hoyo, Capital Nacional de la Fruta Fina”.

El emprendimiento cooperativo está conformado por “un grupo de mujeres unidas por la amistad, el gusto por compartir y el placer de cocinar”, cuya producción se comercializa a través de los almacenes y “nodos soberanos” de la Unión de Trabajadores de la Tierra en distintas provincias argentinas.

Puntualizaron que se acercaron a la organización “para continuar la lucha por el acceso a la tierra y visibilizar la necesidad de una sala de elaboración local que nos permita comercializar por fuera de las fronteras municipales o provinciales. Queremos llegar a muchos lugares con el fruto de nuestro trabajo y participar en el desarrollo y fortalecimiento de nuestra práctica y la de muchos más, tejiendo estas redes que nos sostienen, acompañan y contienen”.

Fideos agroecológicos

Por su parte, Marcelo Sabaz es quien elabora fideos secos con harina de maíz sin agrotóxicos y utilizando rosa mosqueta (“gran portadora de vitaminas A y C, calcio y fibra”), mijo, lino y lentejas. Según graficó, “fabriqué una máquina extrusora, copiando un modelo desarrollado por el INTI y el INTA. Es un tornillo que realiza mucha fuerza y elevando la temperatura se logra que el maíz (que no tiene gluten), se aglutine. Se hace una transformación físico/química sin ningún producto agregado, solo con calor, presión y un enfriamiento rápido de secado natural y se obtienen unos fideos precocidos de excelente calidad”.

Recordó que “tengo amigos celíacos y yo mismo me estaba dando cuenta que no me estaban haciendo bien las comidas. Con mi compañera creamos estas pastas que responden por un lado al placer de comer rico a precio accesible y a una búsqueda de ciertas características beneficiosas para el organismo”.

Cazadores/recolectores

Otro de los productos que se vende a través de la UTT son los vinagres agroecológicos elaborados por un grupo de “cazadores/recolectores” de la región, que los obtienen de variedades de manzanas silvestres, membrillos, guindas y diente de león.

Juan Doval asegura que “aportan un sabor único y delicado, ideal para condimentar ensaladas, carnes o pescados. Tras señalar que “el vinagre es el resultado de la oxidación del alcohol”, puntualizó que “tiene sus tiempos y ciclos, un camino de transformación que lleva al menos cuatro meses”.

De igual modo, Lidia Stratulat apuntó al “agregado de valor en el lugar de producción” con sus chutneys que prepara de forma artesanal y tradicional con frutas y verduras agroecológicas.

Vive en El Hoyo y sus conocimientos se remontan a su historia familiar en un pueblito del sur de Ucrania: “mis padres trabajaban la tierra y con eso vivía toda la familia, al igual que sus vecinos. Cuando llegué a la zona, me encontré con muchos ucranianos y polacos cuyos abuelos –allá por 1930- habían traído semillas y raíces que pensé que nunca más iba a encontrar”.

Agregó que “lo hago en otoño únicamente, cuando cosecho los tomates. Los más grandes y verdes los dejo en unos cajones bien guardados, que sigan madurando, y los más pequeños los selecciono para el chutney. Los corto en trozos bien pequeños y sumo muy poquito de otros ingredientes: jengibre, pasas de uva, pimienta blanca, cebolla, ajo, condimentos y un toque de picante. Todo esto le da un sabor y un aroma muy rico”.

En tanto, “los pepinillos son una receta de mi abuela y mi madre: les agrego hojas de casis, unas semillas de eneldo, semillas de mostaza, ají, ajo, pimienta negra en grano y pimienta de Jamaica (aromática). Me gusta hacer esto, es lo que me apasiona”.

Viajes soberanos

Por su lado, los dirigentes Juan Pablo Acosta y Agustín Mavar también valoraron “el segundo viaje soberano con más de 30.000 kilos de alimentos campesinos que consolidan el abastecimiento a precios justos de nuestros pueblos, ciudades y parajes rurales de La Pampa, Río Negro, Neuquén y Chubut”, concretado la semana pasada.

El recorrido abarcó “los 4.500 km de la ruta del Corredor Patagónico UTT, enlazando 10 puntos de distribución en una marcha plena de emoción y alegría para hacer de la soberanía alimentaria una realidad”.

Recalcaron que “seguimos batallando por una Argentina sin hambre, a través de la solidaridad y el trabajo cooperativo, demostrando que somos el campo que alimenta y no especula con el plato de comida del pueblo”, al tiempo que exigen “a la clase gobernante que nos incluya como parte de la solución a la crisis alimentaria del país, con políticas públicas concretas que nos permitan seguir produciendo: ley de acceso a la tierra, promoción de la agroecología, políticas de género para la ruralidad y canales de comercio justo”.

01 SEP 2022 - 18:36

La sede de la UTT en la localidad de El Hoyo reunió esta semana a la Red de Familias Productoras y Elaboradoras Agroecológicas de la Comarca Andina, “poniendo en agenda problemas comunes y organizándonos para resolverlos de manera colectiva”, explicaron.

En esta primera convocatoria, “dimos un paso muy importante, consolidando un nuevo grupo de trabajo y con el cual venimos articulando desde hace más de un año. Familias elaboradoras y productoras de nuestra comarca que fortalecen la economía regional agregando valor en el territorio a las producciones locales”, graficó Erika Benavente, coordinadora del almacén de ramos generales y productora de la UTT Chubut/Línea Sur, al tiempo que adelantó que “seguimos batallando desde la solidaridad y el amor. Luchamos por un mañana mejor hasta cambiarlo todo, porque la salida es colectiva”.

Dulces naturales

Entre sus integrantes, Rubus “nació como un proyecto colectivo para dar respuesta a una necesidad económica agravada durante la pandemia, pero también para fortalecer y agregar valor a la producción agroecológica local”, señalaron en referencia a los dulces de frambuesas, frutillas, frutos del bosque, rosa mosqueta y sauco, “un alimento natural elaborado al pie del cerro Piltriquitrón, en El Hoyo, Capital Nacional de la Fruta Fina”.

El emprendimiento cooperativo está conformado por “un grupo de mujeres unidas por la amistad, el gusto por compartir y el placer de cocinar”, cuya producción se comercializa a través de los almacenes y “nodos soberanos” de la Unión de Trabajadores de la Tierra en distintas provincias argentinas.

Puntualizaron que se acercaron a la organización “para continuar la lucha por el acceso a la tierra y visibilizar la necesidad de una sala de elaboración local que nos permita comercializar por fuera de las fronteras municipales o provinciales. Queremos llegar a muchos lugares con el fruto de nuestro trabajo y participar en el desarrollo y fortalecimiento de nuestra práctica y la de muchos más, tejiendo estas redes que nos sostienen, acompañan y contienen”.

Fideos agroecológicos

Por su parte, Marcelo Sabaz es quien elabora fideos secos con harina de maíz sin agrotóxicos y utilizando rosa mosqueta (“gran portadora de vitaminas A y C, calcio y fibra”), mijo, lino y lentejas. Según graficó, “fabriqué una máquina extrusora, copiando un modelo desarrollado por el INTI y el INTA. Es un tornillo que realiza mucha fuerza y elevando la temperatura se logra que el maíz (que no tiene gluten), se aglutine. Se hace una transformación físico/química sin ningún producto agregado, solo con calor, presión y un enfriamiento rápido de secado natural y se obtienen unos fideos precocidos de excelente calidad”.

Recordó que “tengo amigos celíacos y yo mismo me estaba dando cuenta que no me estaban haciendo bien las comidas. Con mi compañera creamos estas pastas que responden por un lado al placer de comer rico a precio accesible y a una búsqueda de ciertas características beneficiosas para el organismo”.

Cazadores/recolectores

Otro de los productos que se vende a través de la UTT son los vinagres agroecológicos elaborados por un grupo de “cazadores/recolectores” de la región, que los obtienen de variedades de manzanas silvestres, membrillos, guindas y diente de león.

Juan Doval asegura que “aportan un sabor único y delicado, ideal para condimentar ensaladas, carnes o pescados. Tras señalar que “el vinagre es el resultado de la oxidación del alcohol”, puntualizó que “tiene sus tiempos y ciclos, un camino de transformación que lleva al menos cuatro meses”.

De igual modo, Lidia Stratulat apuntó al “agregado de valor en el lugar de producción” con sus chutneys que prepara de forma artesanal y tradicional con frutas y verduras agroecológicas.

Vive en El Hoyo y sus conocimientos se remontan a su historia familiar en un pueblito del sur de Ucrania: “mis padres trabajaban la tierra y con eso vivía toda la familia, al igual que sus vecinos. Cuando llegué a la zona, me encontré con muchos ucranianos y polacos cuyos abuelos –allá por 1930- habían traído semillas y raíces que pensé que nunca más iba a encontrar”.

Agregó que “lo hago en otoño únicamente, cuando cosecho los tomates. Los más grandes y verdes los dejo en unos cajones bien guardados, que sigan madurando, y los más pequeños los selecciono para el chutney. Los corto en trozos bien pequeños y sumo muy poquito de otros ingredientes: jengibre, pasas de uva, pimienta blanca, cebolla, ajo, condimentos y un toque de picante. Todo esto le da un sabor y un aroma muy rico”.

En tanto, “los pepinillos son una receta de mi abuela y mi madre: les agrego hojas de casis, unas semillas de eneldo, semillas de mostaza, ají, ajo, pimienta negra en grano y pimienta de Jamaica (aromática). Me gusta hacer esto, es lo que me apasiona”.

Viajes soberanos

Por su lado, los dirigentes Juan Pablo Acosta y Agustín Mavar también valoraron “el segundo viaje soberano con más de 30.000 kilos de alimentos campesinos que consolidan el abastecimiento a precios justos de nuestros pueblos, ciudades y parajes rurales de La Pampa, Río Negro, Neuquén y Chubut”, concretado la semana pasada.

El recorrido abarcó “los 4.500 km de la ruta del Corredor Patagónico UTT, enlazando 10 puntos de distribución en una marcha plena de emoción y alegría para hacer de la soberanía alimentaria una realidad”.

Recalcaron que “seguimos batallando por una Argentina sin hambre, a través de la solidaridad y el trabajo cooperativo, demostrando que somos el campo que alimenta y no especula con el plato de comida del pueblo”, al tiempo que exigen “a la clase gobernante que nos incluya como parte de la solución a la crisis alimentaria del país, con políticas públicas concretas que nos permitan seguir produciendo: ley de acceso a la tierra, promoción de la agroecología, políticas de género para la ruralidad y canales de comercio justo”.