Por Víctor Tomaselli, olivicultor, maestro oleario en Patagonia
En general no sobran motivos de alegría para el sector productor. No es un problema sólo nuestro, sino que los vemos en especial en los momentos de cosecha del fruto de cada actividad. Es momento de Cosecha de Aceituna en el Hemisferio Norte. Plena cosecha en el mejor estado de madurez posible para obtener aceites de oliva de calidad.
Sin embargo la cosecha viene pobre porque hay una sequía generalizada y aumento de todos los insumos. En el caso nuestro, también tenemos motivos de desazón, desde el punto de vista de los insumos, que aumentan de modo sistemático. A pesar de ello, y esto es lo que queremos destacar, tenemos motivos de alegría los olivicultores patagónicos.
Ha habido algunas novedades de peso en el último tiempo, que tiene que ver con un acontecimiento que se vivió en Dolavon, pleno corazón del VIRCh, el 28 de septiembre pasado, cuando se reunieron intendentes de siete localidades patagónicas de tres provincias, con empresas olivícolas y cooperativas de cuatro provincias patagónicas.
Es la primera vez que un encuentro de este tipo se realizaba por invitación expresa de la Presidencia de la Nación. Allí se anunció que se comenzaba a ejecutar un financiamiento del Polo Olivícola Patagónico. Y se convocó a todos los invitados a firmar una carta de intención de constituir un Consorcio Público-Privado de Tutela del Aceite de Oliva Virgen Extra de la Patagonia. Todos elementos de primera magnitud que ayudan en serio a la producción.
Ya transcurrido el mes de octubre, otra novedad importante sacudió al sector: la senadora nacional Silvina García Larraburu, con el acompañamiento del senador nacional Carlos Linares, presentó un proyecto de ley de fomento de la olivicultura patagónica. Iniciativa muy importante, porque pone en la agenda nacional la actividad de cultivo de aceitunas y elaboración de aceite de oliva virgen extra, destacando la alta calidad que se logra en estos territorios.
En efecto, se trata del proyecto de Ley S-2835/2022. Ingresado a Mesa de Entradas del Honorable Senado de la Nación hace una semana. Es una iniciativa política de primer orden, destinada a visibilizar el sector de la olivicultura patagónica dentro de la agenda de temas productivos nacionales. Para ver el vuelo de agenda que tiene el proyecto de la senadora García Larraburu es bueno saber que la Provincia de Buenos Aires está preparando un proyecto legislativo para expresar el beneplácito provincial por la presentación efectuada, habida cuenta que se tiene en cuenta como corresponde al Partido de Patagones, integrante por legítimo derecho en la Patagonia. Otras provincias, han planteado lo mismo, en cuanto a generar declaraciones de beneplácito, lo que sumado a la acción del intendente de Dolavon, Dante Bowen, de presentar un proyecto en el Concejo Deliberante de su ciudad, expresando esa misma declaración, instará a la Legislatura de Chubut a hacer lo propio.
Todas estas acciones implican un armado territorial armonioso, pocas veces visto. Y es más que bueno que eso suceda. Porque todos necesitamos que se impulsen en serio las cadenas de valor que significan en concreto el enriquecimiento de la matriz productiva de las provincias. No menos esperamos de los circunstanciales gobernantes. Es decir, a estas actividades concretas de enriquecimiento de las matrices productivas provinciales es que invitamos a acompañar. Porque sólo con acciones concretas podemos salir adelante en serio. No nos podemos sumar a propuestas menores. Debemos ser capaces de construir en los ejes que están convocados y concretándose.
Esa es la buena noticia, que tanta falta nos hace. Las transformaciones están en marcha.#
Por Víctor Tomaselli, olivicultor, maestro oleario en Patagonia
En general no sobran motivos de alegría para el sector productor. No es un problema sólo nuestro, sino que los vemos en especial en los momentos de cosecha del fruto de cada actividad. Es momento de Cosecha de Aceituna en el Hemisferio Norte. Plena cosecha en el mejor estado de madurez posible para obtener aceites de oliva de calidad.
Sin embargo la cosecha viene pobre porque hay una sequía generalizada y aumento de todos los insumos. En el caso nuestro, también tenemos motivos de desazón, desde el punto de vista de los insumos, que aumentan de modo sistemático. A pesar de ello, y esto es lo que queremos destacar, tenemos motivos de alegría los olivicultores patagónicos.
Ha habido algunas novedades de peso en el último tiempo, que tiene que ver con un acontecimiento que se vivió en Dolavon, pleno corazón del VIRCh, el 28 de septiembre pasado, cuando se reunieron intendentes de siete localidades patagónicas de tres provincias, con empresas olivícolas y cooperativas de cuatro provincias patagónicas.
Es la primera vez que un encuentro de este tipo se realizaba por invitación expresa de la Presidencia de la Nación. Allí se anunció que se comenzaba a ejecutar un financiamiento del Polo Olivícola Patagónico. Y se convocó a todos los invitados a firmar una carta de intención de constituir un Consorcio Público-Privado de Tutela del Aceite de Oliva Virgen Extra de la Patagonia. Todos elementos de primera magnitud que ayudan en serio a la producción.
Ya transcurrido el mes de octubre, otra novedad importante sacudió al sector: la senadora nacional Silvina García Larraburu, con el acompañamiento del senador nacional Carlos Linares, presentó un proyecto de ley de fomento de la olivicultura patagónica. Iniciativa muy importante, porque pone en la agenda nacional la actividad de cultivo de aceitunas y elaboración de aceite de oliva virgen extra, destacando la alta calidad que se logra en estos territorios.
En efecto, se trata del proyecto de Ley S-2835/2022. Ingresado a Mesa de Entradas del Honorable Senado de la Nación hace una semana. Es una iniciativa política de primer orden, destinada a visibilizar el sector de la olivicultura patagónica dentro de la agenda de temas productivos nacionales. Para ver el vuelo de agenda que tiene el proyecto de la senadora García Larraburu es bueno saber que la Provincia de Buenos Aires está preparando un proyecto legislativo para expresar el beneplácito provincial por la presentación efectuada, habida cuenta que se tiene en cuenta como corresponde al Partido de Patagones, integrante por legítimo derecho en la Patagonia. Otras provincias, han planteado lo mismo, en cuanto a generar declaraciones de beneplácito, lo que sumado a la acción del intendente de Dolavon, Dante Bowen, de presentar un proyecto en el Concejo Deliberante de su ciudad, expresando esa misma declaración, instará a la Legislatura de Chubut a hacer lo propio.
Todas estas acciones implican un armado territorial armonioso, pocas veces visto. Y es más que bueno que eso suceda. Porque todos necesitamos que se impulsen en serio las cadenas de valor que significan en concreto el enriquecimiento de la matriz productiva de las provincias. No menos esperamos de los circunstanciales gobernantes. Es decir, a estas actividades concretas de enriquecimiento de las matrices productivas provinciales es que invitamos a acompañar. Porque sólo con acciones concretas podemos salir adelante en serio. No nos podemos sumar a propuestas menores. Debemos ser capaces de construir en los ejes que están convocados y concretándose.
Esa es la buena noticia, que tanta falta nos hace. Las transformaciones están en marcha.#