“Seba” Arrative asumió el error por la descalificación en el Iron Man 70-30 de Buenos Aires

“La culpa fue mía por no haberme detenido en el penalty box, pero no vi la carpa”, reconoció el trelewense que había terminado tercero en la clasificación general y ganador en su categoría 30-39 años. Sin embargo, contó detalles que evidenciaron una desprolija organización de una prueba que recaudó una fortuna.

31 OCT 2023 - 17:52 | Actualizado 31 OCT 2023 - 18:06

NOTA COMPLETA ACÁ

“Me enteré tipo 3 de la tarde que había sido descalificado, primero mucha felicidad y después un poco de tristeza porque no se pudo coronar ese tercer puesto, pero a la vez tranquilo porque sé que hice las cosas bien. Estas cosas a veces pasan, los fiscales no están preparados, son gente que no conoce del triatlón o especialmente cómo se maneja el ciclismo”, analizó sobre el sabor amargo del domingo.

Consultado sobre si no hubo posibilidad de revertir de la sanción, admitió que “las reglas son estrictas, está bien aclaradas de antemano como la charla técnica, cuando hay una tarjeta roja o azul hay que parar. Me tendría que haber detenido en el penalty box, pero estaba en el kilómetro 89, entrando al parque cerrado para la transición y con la lluvia y la gente, yo venía pensando en sacarme los zapatos, no lo vi.

“Me penalizaron en el kilómetro 86 cuando voy pasando un pelotón. El fiscal ni siquiera me respondió el reclamo”, expuso.

“Se largó por rolling start de a dos, pero después se acumularon muchos competidores, yo iba pasando gente que había hecho dos vueltas y yo iba por la tercera, terminando, y lógicamente el ritmo era más rápido. En esta carrera no se permitía el drafting, pero el error fue mío al no haberme detenido en la carpa de penalización”, reconoció.

“Me hubiera tenido que detener cinco minutos por la tarjeta azul y hubiera quedado en octavo lugar”, señaló sobre el excesivo castigo.

“En esta carrera tampoco había categoría Elite y entonces cada uno se acomodaba donde le parecía, entonces tuve que largar en la mitad de los participantes. Pero además nunca tuve contacto ni con el primero ni con el segundo, entonces no entendí lo del drafting”, justificó.

“Hubo más de 1.500 competidores, el mío no debió haber sido el único caso, y sobre todo con lluvia”, lamentó más adelante Arrative.

“A mí me deja tranquilo que a los profesionales también les ha pasado lo mismo, en Europa ha habido muchos casos y lo han expuesto en las redes sociales, han hechos reclamos y nunca han tenido respuestas. Igual ya había tomado la decisión de no correr más las carreras de la franquicia Iron Man por el costo de la inscripción”, argumentó.

“Sólo inscribirse cuesta 400 dólares, para nosotros 400 mil pesos. Y en el parque cerrado no teníamos ni canasta para dejar la ropa, y tampoco nos dejaron tapar las bicicletas cuando todos sabían que iba a llover y las bicicletas estuvieron todo el tiempo expuestas a la lluvia. La mía es de una de las más baratas y sale más de 2 millones y medio de pesos”, reprochó.

“Nadamos en el Lago del Club Regatas, estaba muy turbio, se hicieron dos vueltas de natación y en el retome pasábamos por una pasarela, el banderillero me dijo que saltara, me tiré un clavado pensando que estaba profundo y me di la cara contra el cemento. La segunda vuelta fue muy mala para mí, sentía gusto a sangre, pensé que me había partido el diente, traté de acomodarme, iba con dolor, pero terminé la carrera igual. Pero es como te digo, ponen gente que no sabe y pasan estas cosas”, recriminó.

“En el tramo de ciclismo la lluvia fue terrible, en parte se armaban los huellones de agua que te la tiraba hacia el costado, hubo muchas caídas, pinchazos y abandonos. En una parte quise tomar agua y casi me fui afuera. Las ruedas van con muchas libras, 130, y es muy peligroso en los retomes, había que hacerlos bien cerrado, en la primera vuelta nos juntamos ocho corredores y tuve que frenar a cero. Yo ya había tenido caídas en bicicletas y se de lo que se trata”, evidenció.

“Al principio cuando me anoté en Buenos Aires lo hice con la idea de buscar la clasificación al Mundial de Nueva Zelanda y hubiera clasificado como tercero en la general y ganador de la categoría. Pero yo ya había decidido no ir al Mundial por los costos, es todo en dólares y en Europa euros, no estábamos en condiciones de afrontar los gastos. Se nos hace imposible, todo el tiempo pedir apoyo o vendiendo empanadas o haciendo rifas, es un poco desgastante”, sostuvo.

“Preferimos participar en otros eventos que no son tan costosos, como lo hice en abril en Concordia y lo voy a hacer en diciembre en Mar del Plata, pero no de la franquicia Iron Man sino Half”, señaló.
“Hace 20 años que hago triatlón y es cierto que cuando las hacia Evento Sport las organizaciones eran de nivel nacional”, comparó.

“Tenemos solamente las carreras del Provincial de Acuarium, pero a veces vemos que las organizaciones no son buenas. Igual no nos queda otra, porque de otra manera no tenemos roce de competencia, la gente con la que compito baja un mes antes de Europa, mientras yo me tengo que mantener con carreras de atletismo. Yo no competía en un medio iron man desde abril, entonces tenemos la desventaja de la falta de roce competitivo”, remarcó.

“Tuve la invitación para el primer triatlón en Esquel, el 18 de noviembre, en distancia short y después el 26 vamos a estar en el súper sprint de Trelew. Y siempre que pueda seguiré corriendo las pruebas de calle”, anunció sobre el futuro inmediato.

“No es que no tenga apoyo, pero para comprar una bicicleta necesito mucha plata; 6 mil, 7 mil dólares. Pero tengo el respaldo del Natatorio Municipal Trelew, Patagonia Broker, Lotería del Chubut, Panadería Weneken, ahora un amigo, Alejandro Suárez, me está dando una mano para comprar las cámaras de la bici, son aportes que ayudan un montón, la Farmacia Domeq García que me da las vitaminas”, valoró.

“Pero falta el apoyo del municipio, que nunca lo tuve, vas a pedir un pasaje y te ofrecen ir en colectivo, con más de 20 horas de viaje”, sentenció en el final.

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31 OCT 2023 - 17:52

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“Me enteré tipo 3 de la tarde que había sido descalificado, primero mucha felicidad y después un poco de tristeza porque no se pudo coronar ese tercer puesto, pero a la vez tranquilo porque sé que hice las cosas bien. Estas cosas a veces pasan, los fiscales no están preparados, son gente que no conoce del triatlón o especialmente cómo se maneja el ciclismo”, analizó sobre el sabor amargo del domingo.

Consultado sobre si no hubo posibilidad de revertir de la sanción, admitió que “las reglas son estrictas, está bien aclaradas de antemano como la charla técnica, cuando hay una tarjeta roja o azul hay que parar. Me tendría que haber detenido en el penalty box, pero estaba en el kilómetro 89, entrando al parque cerrado para la transición y con la lluvia y la gente, yo venía pensando en sacarme los zapatos, no lo vi.

“Me penalizaron en el kilómetro 86 cuando voy pasando un pelotón. El fiscal ni siquiera me respondió el reclamo”, expuso.

“Se largó por rolling start de a dos, pero después se acumularon muchos competidores, yo iba pasando gente que había hecho dos vueltas y yo iba por la tercera, terminando, y lógicamente el ritmo era más rápido. En esta carrera no se permitía el drafting, pero el error fue mío al no haberme detenido en la carpa de penalización”, reconoció.

“Me hubiera tenido que detener cinco minutos por la tarjeta azul y hubiera quedado en octavo lugar”, señaló sobre el excesivo castigo.

“En esta carrera tampoco había categoría Elite y entonces cada uno se acomodaba donde le parecía, entonces tuve que largar en la mitad de los participantes. Pero además nunca tuve contacto ni con el primero ni con el segundo, entonces no entendí lo del drafting”, justificó.

“Hubo más de 1.500 competidores, el mío no debió haber sido el único caso, y sobre todo con lluvia”, lamentó más adelante Arrative.

“A mí me deja tranquilo que a los profesionales también les ha pasado lo mismo, en Europa ha habido muchos casos y lo han expuesto en las redes sociales, han hechos reclamos y nunca han tenido respuestas. Igual ya había tomado la decisión de no correr más las carreras de la franquicia Iron Man por el costo de la inscripción”, argumentó.

“Sólo inscribirse cuesta 400 dólares, para nosotros 400 mil pesos. Y en el parque cerrado no teníamos ni canasta para dejar la ropa, y tampoco nos dejaron tapar las bicicletas cuando todos sabían que iba a llover y las bicicletas estuvieron todo el tiempo expuestas a la lluvia. La mía es de una de las más baratas y sale más de 2 millones y medio de pesos”, reprochó.

“Nadamos en el Lago del Club Regatas, estaba muy turbio, se hicieron dos vueltas de natación y en el retome pasábamos por una pasarela, el banderillero me dijo que saltara, me tiré un clavado pensando que estaba profundo y me di la cara contra el cemento. La segunda vuelta fue muy mala para mí, sentía gusto a sangre, pensé que me había partido el diente, traté de acomodarme, iba con dolor, pero terminé la carrera igual. Pero es como te digo, ponen gente que no sabe y pasan estas cosas”, recriminó.

“En el tramo de ciclismo la lluvia fue terrible, en parte se armaban los huellones de agua que te la tiraba hacia el costado, hubo muchas caídas, pinchazos y abandonos. En una parte quise tomar agua y casi me fui afuera. Las ruedas van con muchas libras, 130, y es muy peligroso en los retomes, había que hacerlos bien cerrado, en la primera vuelta nos juntamos ocho corredores y tuve que frenar a cero. Yo ya había tenido caídas en bicicletas y se de lo que se trata”, evidenció.

“Al principio cuando me anoté en Buenos Aires lo hice con la idea de buscar la clasificación al Mundial de Nueva Zelanda y hubiera clasificado como tercero en la general y ganador de la categoría. Pero yo ya había decidido no ir al Mundial por los costos, es todo en dólares y en Europa euros, no estábamos en condiciones de afrontar los gastos. Se nos hace imposible, todo el tiempo pedir apoyo o vendiendo empanadas o haciendo rifas, es un poco desgastante”, sostuvo.

“Preferimos participar en otros eventos que no son tan costosos, como lo hice en abril en Concordia y lo voy a hacer en diciembre en Mar del Plata, pero no de la franquicia Iron Man sino Half”, señaló.
“Hace 20 años que hago triatlón y es cierto que cuando las hacia Evento Sport las organizaciones eran de nivel nacional”, comparó.

“Tenemos solamente las carreras del Provincial de Acuarium, pero a veces vemos que las organizaciones no son buenas. Igual no nos queda otra, porque de otra manera no tenemos roce de competencia, la gente con la que compito baja un mes antes de Europa, mientras yo me tengo que mantener con carreras de atletismo. Yo no competía en un medio iron man desde abril, entonces tenemos la desventaja de la falta de roce competitivo”, remarcó.

“Tuve la invitación para el primer triatlón en Esquel, el 18 de noviembre, en distancia short y después el 26 vamos a estar en el súper sprint de Trelew. Y siempre que pueda seguiré corriendo las pruebas de calle”, anunció sobre el futuro inmediato.

“No es que no tenga apoyo, pero para comprar una bicicleta necesito mucha plata; 6 mil, 7 mil dólares. Pero tengo el respaldo del Natatorio Municipal Trelew, Patagonia Broker, Lotería del Chubut, Panadería Weneken, ahora un amigo, Alejandro Suárez, me está dando una mano para comprar las cámaras de la bici, son aportes que ayudan un montón, la Farmacia Domeq García que me da las vitaminas”, valoró.

“Pero falta el apoyo del municipio, que nunca lo tuve, vas a pedir un pasaje y te ofrecen ir en colectivo, con más de 20 horas de viaje”, sentenció en el final.


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