Un perro devoró a un pingüino de un año que había parado a descansar en la playa de Puerto Madryn en medio de un largo viaje de regreso a las colonias.
Los pingüinos, al igual que los cormoranes, que en esta época del año salen a valerse por sí mismos.
Este pequeño, de solo un año, emprendió iba de regreso a la colonia a mudar su plumaje de juvenil por el de adulto.
Es habitual que los pingüinos se detengan a descansar en las playas. Este espécimen hizo lo que dicta la naturaleza, pero no contaba que se iba a cruzar con un perro camino de regreso.
La imagen muestra el trágico destino de un pingüino que quiso desplegar sus alas -en sentido metafórico-, y terminó en la boca de un perro cuyo dueño seguramente estaba en la costanera.
Esta imagen triste quizá sirva para concientizar sobre la importancia de cuidar a las mascotas, ya que muchas veces pueden desencadenar estos lamentables acontecimientos.
Un perro devoró a un pingüino de un año que había parado a descansar en la playa de Puerto Madryn en medio de un largo viaje de regreso a las colonias.
Los pingüinos, al igual que los cormoranes, que en esta época del año salen a valerse por sí mismos.
Este pequeño, de solo un año, emprendió iba de regreso a la colonia a mudar su plumaje de juvenil por el de adulto.
Es habitual que los pingüinos se detengan a descansar en las playas. Este espécimen hizo lo que dicta la naturaleza, pero no contaba que se iba a cruzar con un perro camino de regreso.
La imagen muestra el trágico destino de un pingüino que quiso desplegar sus alas -en sentido metafórico-, y terminó en la boca de un perro cuyo dueño seguramente estaba en la costanera.
Esta imagen triste quizá sirva para concientizar sobre la importancia de cuidar a las mascotas, ya que muchas veces pueden desencadenar estos lamentables acontecimientos.