Es decir, el equivalente a unos 8 millones de dólares. Rápidamente, antes de descubrirse el error, el hombre giró 1700 millones de pesos a cuatro fondos de inversión.
La transferencia fue, aparentemente, fruto de un error de quien debía digitar el monto.
La increíble historia tiene como protagonista a José Carlos Aranda, empleado de la sucursal local del banco Santander, en la esquina de Frondizi y Juan B. Justo. La entidad acabó despidiéndolo por considerar que de manera dolosa se apropió de los fondos. Ahora el emisor de la transferencia acciona para recuperar la inmensa suma de dinero.
Al fundamentar el despido, el banco hace una reconstrucción propia de lo que entiende que pasó. Señala que la transferencia se hizo el 6 de mayo pasado, y con un error garrafal: en lugar de digitar 8,8 millones de pesos, la persona que operó el envío escribió una cifra mil veces superior. No se conoce la identidad de ese emisor, pero podría ser una empresa, considerando que evidentemente la cuenta tenía fondos increíblemente altos. De otro modo, la transferencia no hubiera sido posible.
La operación se hizo desde el Banco Patagonia hacia la cuenta de Aranda en el Santander. La primera entidad informó a la segunda sobre la equivocación, para lograr el reintegro de lo transferido de más.
Pero se observó que los fondos no estaban intactos en la cuenta de Aranda, sino que más de 1700 millones de pesos ya habían sido colocados en cuatro fondos de inversión.
Las autoridades de Santander iniciaron una investigación e interpelaron a Aranda sobre por qué no había reportado el error y había estado realizando operaciones con ellos. El banco consideró que el empleado dio explicaciones inconsistentes y lo acusó directamente de apropiarse indebidamente de los fondos mal transferidos.
Alegando "pérdida de confianza", se le notificó su despido días después. Ahora se encararían acciones para recuperar el dinero, y se podría iniciar una demanda penal. La palabra de Aranda, hasta ahora, no pudo ser escuchada.
Es decir, el equivalente a unos 8 millones de dólares. Rápidamente, antes de descubrirse el error, el hombre giró 1700 millones de pesos a cuatro fondos de inversión.
La transferencia fue, aparentemente, fruto de un error de quien debía digitar el monto.
La increíble historia tiene como protagonista a José Carlos Aranda, empleado de la sucursal local del banco Santander, en la esquina de Frondizi y Juan B. Justo. La entidad acabó despidiéndolo por considerar que de manera dolosa se apropió de los fondos. Ahora el emisor de la transferencia acciona para recuperar la inmensa suma de dinero.
Al fundamentar el despido, el banco hace una reconstrucción propia de lo que entiende que pasó. Señala que la transferencia se hizo el 6 de mayo pasado, y con un error garrafal: en lugar de digitar 8,8 millones de pesos, la persona que operó el envío escribió una cifra mil veces superior. No se conoce la identidad de ese emisor, pero podría ser una empresa, considerando que evidentemente la cuenta tenía fondos increíblemente altos. De otro modo, la transferencia no hubiera sido posible.
La operación se hizo desde el Banco Patagonia hacia la cuenta de Aranda en el Santander. La primera entidad informó a la segunda sobre la equivocación, para lograr el reintegro de lo transferido de más.
Pero se observó que los fondos no estaban intactos en la cuenta de Aranda, sino que más de 1700 millones de pesos ya habían sido colocados en cuatro fondos de inversión.
Las autoridades de Santander iniciaron una investigación e interpelaron a Aranda sobre por qué no había reportado el error y había estado realizando operaciones con ellos. El banco consideró que el empleado dio explicaciones inconsistentes y lo acusó directamente de apropiarse indebidamente de los fondos mal transferidos.
Alegando "pérdida de confianza", se le notificó su despido días después. Ahora se encararían acciones para recuperar el dinero, y se podría iniciar una demanda penal. La palabra de Aranda, hasta ahora, no pudo ser escuchada.