Amenazas, insultos, gritos. Así terminó la tarde de este viernes el juicio por jurados que declaró "no culpables" a los hermanos Fernando y Brandon Artiles. Estaban acusados por el intento de asesinar a Johana Díaz, presidenta del barrio Planta de Gas de Trelew. Pero los 12 vecinos convocados para decidir el caso consideraron que no estuvieron involucrados en el ataque, ocurrido el 9 de octubre de 2023.
Conocido el veredicto, la víctima de la balacera salió de la sala bajo custodia policial para evitar su cruce con los Artiles. “Hasta que no maten a alguno, acá no va a pasar nada”, vociferaba. Más temprano, desde las sillas del público Díaz ya se había cruzado verbalmente con la defensora Gladys Olavarría durante los alegatos finales. Durante todas las audiencias hubo incidentes similares que incluyeron a Carlos Sáez, marido de la vecinalista, y a miembros de la familia Tolosa, enemistados con el matrimonio y convocados para declarar.
La tensión se notó. Tanto, que al iniciar su alegato el fiscal Gustavo Núñez ya les había pedido disculpas a los jurados “por las especiales características” que tuvo el proceso, en referencia a las agresiones. “Espero que no se lleven una imagen triste”, graficó.
La salida de Díaz no descomprimió el momento. La esperaban familiares que tras enterarse de que la balaceraquedaba impune, desafiaron e insultaron de todas las maneras posibles tras las rejas de la Asociación de Magistrados, ante la mirada de los uniformados. No sólo los Artiles debieron aguardar con gesto adusto para salir sin temor del edificio: también el equipo fiscal, los jurados, la defensora, la prensa y el juez Fabio Monti. En un clima denso cualquiera podía ser un blanco.
Se debió llamar de urgencia a dos patrulleros para detener a los involucrados si fuera necesario. Pero cuando los móviles llegaron, el grupo se retiró rápidamente. Las partes pudieron comenzara irse bajo la mirada atenta de los policías, que incluso acompañaron a algunos hasta sus vehículos. El ajustado trabajo de la Oficina Judicial de Trelew también fue clave para prevenir incidentes.
Amenazas, insultos, gritos. Así terminó la tarde de este viernes el juicio por jurados que declaró "no culpables" a los hermanos Fernando y Brandon Artiles. Estaban acusados por el intento de asesinar a Johana Díaz, presidenta del barrio Planta de Gas de Trelew. Pero los 12 vecinos convocados para decidir el caso consideraron que no estuvieron involucrados en el ataque, ocurrido el 9 de octubre de 2023.
Conocido el veredicto, la víctima de la balacera salió de la sala bajo custodia policial para evitar su cruce con los Artiles. “Hasta que no maten a alguno, acá no va a pasar nada”, vociferaba. Más temprano, desde las sillas del público Díaz ya se había cruzado verbalmente con la defensora Gladys Olavarría durante los alegatos finales. Durante todas las audiencias hubo incidentes similares que incluyeron a Carlos Sáez, marido de la vecinalista, y a miembros de la familia Tolosa, enemistados con el matrimonio y convocados para declarar.
La tensión se notó. Tanto, que al iniciar su alegato el fiscal Gustavo Núñez ya les había pedido disculpas a los jurados “por las especiales características” que tuvo el proceso, en referencia a las agresiones. “Espero que no se lleven una imagen triste”, graficó.
La salida de Díaz no descomprimió el momento. La esperaban familiares que tras enterarse de que la balaceraquedaba impune, desafiaron e insultaron de todas las maneras posibles tras las rejas de la Asociación de Magistrados, ante la mirada de los uniformados. No sólo los Artiles debieron aguardar con gesto adusto para salir sin temor del edificio: también el equipo fiscal, los jurados, la defensora, la prensa y el juez Fabio Monti. En un clima denso cualquiera podía ser un blanco.
Se debió llamar de urgencia a dos patrulleros para detener a los involucrados si fuera necesario. Pero cuando los móviles llegaron, el grupo se retiró rápidamente. Las partes pudieron comenzara irse bajo la mirada atenta de los policías, que incluso acompañaron a algunos hasta sus vehículos. El ajustado trabajo de la Oficina Judicial de Trelew también fue clave para prevenir incidentes.