El recorte en las partidas presupuestarias para el funcionamiento de las universidades públicas se mantiene por parte del gobierno nacional. En contraposición las Casas de Altos Estudios sostienen su funcionamiento e incluso absorbiendo una matrícula superior, tal el caso de la Universidad Tecnológica Nacional del Chubut.
Diana Bohn, Decana de la institución, describió las peripecias que deben sortear para poder cubrir los costos de funcionamiento que tendrán un crecimiento exponencial a partir del encendido de las calderas.
“Desde Nación llegan a la universidad para su funcionamiento 1.300.000 pesos, aproximadamente, por mes, y nuestros costos son entre 6 y 11 millones según el mes” describió la máxima autoridad de la sede Chubut de la UTN. A ello, agregó que “los docentes venimos con un déficit en sueldos. Muchos docentes eligen, por necesidad, ir a trabajar unas horas en las empresas y dejan de dar clases. Esto nos está pasando acá en Chubut, en todo el país”.
Bohn explicó que hay una generación propia de recursos a través del dictado de cursos y servicios a las empresas locales que requieren este tipo de asistencia. “De esa manera podemos solventar lo que falta para poder prender las luces, tener internet, etc. Lo lamentable del autofinanciamiento es que ese esfuerzo está pensado para otras cosas” explicó la Decana.
En esta misma línea, recordó que esos fondos adicionales están pensados para “poder construir nuestro comedor universitario. Más chicos cada vez vienen a las 10 de la mañana, se van a las 10 de la noche, y se quedan todo el día en la universidad, por ejemplo. Si nosotros utilizamos el dinero que recaudamos con producción propia para pagar la luz, la internet y el funcionamiento en toda la universidad, no podemos utilizarlo para esto otro, que es para lo que fue creado. Lo que no es extra, que el Estado quizás no cubría o cubría con algunos programas oficiales, es infraestructura. Estamos tratando de terminar de construir un edificio desde hace cinco años”.
La ingeniería financiera que llevan adelante más la excelencia del recurso humano les permite poder suplir las partidas que no llegan desde el gobierno nacional. Más allá de estas vicisitudes Diana Bohn recalcó que “tenemos como condición que no vamos a cerrar la universidad, esperamos que en algún momento mejoren las cosas. Estamos funcionando, pero por supuesto siempre reclamando lo que corresponde porque para eso pagamos todos los impuestos”.
La Decana de la UTN Chubut aseguró que “el Estado no está funcionando, por lo menos en el área de la educación, cada vez con menos presupuesto. Es sumamente dificultoso poder planificar todo lo que teníamos proyectado como ampliar el edificio, sostener la calidad educativa y generando más comunidad educativa”.
El recorte en las partidas presupuestarias para el funcionamiento de las universidades públicas se mantiene por parte del gobierno nacional. En contraposición las Casas de Altos Estudios sostienen su funcionamiento e incluso absorbiendo una matrícula superior, tal el caso de la Universidad Tecnológica Nacional del Chubut.
Diana Bohn, Decana de la institución, describió las peripecias que deben sortear para poder cubrir los costos de funcionamiento que tendrán un crecimiento exponencial a partir del encendido de las calderas.
“Desde Nación llegan a la universidad para su funcionamiento 1.300.000 pesos, aproximadamente, por mes, y nuestros costos son entre 6 y 11 millones según el mes” describió la máxima autoridad de la sede Chubut de la UTN. A ello, agregó que “los docentes venimos con un déficit en sueldos. Muchos docentes eligen, por necesidad, ir a trabajar unas horas en las empresas y dejan de dar clases. Esto nos está pasando acá en Chubut, en todo el país”.
Bohn explicó que hay una generación propia de recursos a través del dictado de cursos y servicios a las empresas locales que requieren este tipo de asistencia. “De esa manera podemos solventar lo que falta para poder prender las luces, tener internet, etc. Lo lamentable del autofinanciamiento es que ese esfuerzo está pensado para otras cosas” explicó la Decana.
En esta misma línea, recordó que esos fondos adicionales están pensados para “poder construir nuestro comedor universitario. Más chicos cada vez vienen a las 10 de la mañana, se van a las 10 de la noche, y se quedan todo el día en la universidad, por ejemplo. Si nosotros utilizamos el dinero que recaudamos con producción propia para pagar la luz, la internet y el funcionamiento en toda la universidad, no podemos utilizarlo para esto otro, que es para lo que fue creado. Lo que no es extra, que el Estado quizás no cubría o cubría con algunos programas oficiales, es infraestructura. Estamos tratando de terminar de construir un edificio desde hace cinco años”.
La ingeniería financiera que llevan adelante más la excelencia del recurso humano les permite poder suplir las partidas que no llegan desde el gobierno nacional. Más allá de estas vicisitudes Diana Bohn recalcó que “tenemos como condición que no vamos a cerrar la universidad, esperamos que en algún momento mejoren las cosas. Estamos funcionando, pero por supuesto siempre reclamando lo que corresponde porque para eso pagamos todos los impuestos”.
La Decana de la UTN Chubut aseguró que “el Estado no está funcionando, por lo menos en el área de la educación, cada vez con menos presupuesto. Es sumamente dificultoso poder planificar todo lo que teníamos proyectado como ampliar el edificio, sostener la calidad educativa y generando más comunidad educativa”.