La fábula de la motosierra

25 JUN 2025 - 12:07 | Actualizado 25 JUN 2025 - 12:14

- Por Esteban Gallo

Un informe del Centro de Economía Política Argentina revela que desde diciembre de 2023 se perdieron en la Argentina 115.000 puestos de trabajo.

Afirma que la política de ajuste del gobierno nacional tuvo un efecto directo en el mercado laboral. “La devaluación, el impacto inflacionario y el recorte fiscal se sienten en el empleo. Además de lo que se ve en el empleo público, también cayó el privado”, indica el estudio.

Los sectores más golpeados son el industrial y la construcción, con 4 y 3 mil puestos menos respectivamente. “Son sectores que pagan por encima de la media salarial por lo tanto la pérdida es doble: se destruyen empleos y también--- se deteriora el ingreso promedio del trabajo que queda”, subraya CEPA.

El informe también cuestiona la falta de homologación de paritarias por parte del gobierno. Por ejemplo, la paritaria de Comercio —que representa casi el 20% de los asalariados— no fue homologada, y el gobierno puso un techo del 1% a los acuerdos. Con una inflación mensual del 1,5% en el mejor mes del año, el poder adquisitivo sigue cayendo”, explicó.

También se refirió a los recientes datos de pobreza infantil difundidos por la UCA, que señalaron una baja. “Eso tiene que ver con la forma en que se mide la pobreza en Argentina, que es una metodología cuantitativa: se mide el ingreso respecto del costo de la canasta básica. En contextos de baja inflación como el actual, eso tiende a mostrar una caída de la pobreza, pero es un efecto estadístico, no real. De hecho, los ingresos siguen cayendo, por lo tanto, la pobreza estructural está subiendo”, aclaró.

Y agregó que, aunque los rubros hidrocarburífero y minero sostienen la actividad productiva de provincias como Chubut, el problema es que esos sectores representan solo el 5% del empleo en el país, mientras que la industria representa el 20%. Si el gobierno impulsa sectores que emplean poco y deja caer a los que emplean mucho, no hay posibilidad de revertir el daño”, advirtió.

Los datos son reveladores y no hacen más que certificar lo que todos palpamos enla calle cuando recorremos nuestras ciudades y dialogamos con empresarios, comerciantes, trabajadores y vecinos.

Todo está para atrás. Los comodorenses lo sufren en carne propia con los despidos que afectan al sector petrolero, aunque las indemnizaciones otorgadas morigeren el sogazo que se vendrá más tarde, cuando los desempleados se gasten el dinero y las empresas consoliden su retirada.

Lo sufre Trelew con los despidos en el sector de la construcción. Los puestos que se perdieron cuando el gobierno nacional alegremente decidió pulverizar la obra pública nunca se recuperaron. No solo frenaron obras trascendentales que iban a mejorarle la vida a la gente. Tampoco les importó que cientos de trabajadores se quedaran en la calle. Puerto Madryn, con sus recursos industriales y turísticos tampoco la está pasando bien. Hay un conflicto pesquero sin solución que ya provoca estragos en toda la economía de la ciudad. Todo se va a la bosta y el gobierno nacional que es quien tiene que acomodar el quilombo no se pone ni los pantalones largos ni los pantalones cortos.

El turismo en Madryn, como en Esquel y toda la Cordillera, también está para atrás. Los empresarios que apoyaron fuertemente a Milei hoy se agarran la cabeza y empiezan a reconocer que se equivocaron. No hay un plan, no hay programas, no hay políticas que contrarresten la crisis galopante que golpea al sector. Como estarán de mal los prestadores turísticos que empiezan a sincerarse, justo ellos, a los que le cuesta horrores bajarse del pony.

Las cosas están mal de verdad. Decenas de comercios de toda la provincia cierran sus persianas, incluso los que nadie imaginó que algún día podían cerrar.

Nadie zafa de la malaria en la que nos encontramos. El que diga lo contrario está fabulando o nos toma por tarados. Chubut acaba de prorrogar la emergencia económica y de emitir un primer tramo de $ 10.000 millones en Letras del Tesoro, de un total autorizado por el Banco Central por $ 80.000 millones. Y no es la única provincia que tiene problemas.

En la misma situación se encuentran los intendentes, sin plata y sin obras, en el reino de la motosierra y también las Pymes, que hacen magia todos los días para subsistir sin tener que despedir más gente.

Nos quieren vender el cuento de la motosierra y el bolazo de que estamos bien y de que vamos a estar mejor si sostenemos este modelo libertario.
Y la verdad es que no hay sector de la producción que la esté pasando bien. Estamos muy mal, y no somos niños a los que puedan engañarnos con fábulas y moralejas.

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25 JUN 2025 - 12:07

- Por Esteban Gallo

Un informe del Centro de Economía Política Argentina revela que desde diciembre de 2023 se perdieron en la Argentina 115.000 puestos de trabajo.

Afirma que la política de ajuste del gobierno nacional tuvo un efecto directo en el mercado laboral. “La devaluación, el impacto inflacionario y el recorte fiscal se sienten en el empleo. Además de lo que se ve en el empleo público, también cayó el privado”, indica el estudio.

Los sectores más golpeados son el industrial y la construcción, con 4 y 3 mil puestos menos respectivamente. “Son sectores que pagan por encima de la media salarial por lo tanto la pérdida es doble: se destruyen empleos y también--- se deteriora el ingreso promedio del trabajo que queda”, subraya CEPA.

El informe también cuestiona la falta de homologación de paritarias por parte del gobierno. Por ejemplo, la paritaria de Comercio —que representa casi el 20% de los asalariados— no fue homologada, y el gobierno puso un techo del 1% a los acuerdos. Con una inflación mensual del 1,5% en el mejor mes del año, el poder adquisitivo sigue cayendo”, explicó.

También se refirió a los recientes datos de pobreza infantil difundidos por la UCA, que señalaron una baja. “Eso tiene que ver con la forma en que se mide la pobreza en Argentina, que es una metodología cuantitativa: se mide el ingreso respecto del costo de la canasta básica. En contextos de baja inflación como el actual, eso tiende a mostrar una caída de la pobreza, pero es un efecto estadístico, no real. De hecho, los ingresos siguen cayendo, por lo tanto, la pobreza estructural está subiendo”, aclaró.

Y agregó que, aunque los rubros hidrocarburífero y minero sostienen la actividad productiva de provincias como Chubut, el problema es que esos sectores representan solo el 5% del empleo en el país, mientras que la industria representa el 20%. Si el gobierno impulsa sectores que emplean poco y deja caer a los que emplean mucho, no hay posibilidad de revertir el daño”, advirtió.

Los datos son reveladores y no hacen más que certificar lo que todos palpamos enla calle cuando recorremos nuestras ciudades y dialogamos con empresarios, comerciantes, trabajadores y vecinos.

Todo está para atrás. Los comodorenses lo sufren en carne propia con los despidos que afectan al sector petrolero, aunque las indemnizaciones otorgadas morigeren el sogazo que se vendrá más tarde, cuando los desempleados se gasten el dinero y las empresas consoliden su retirada.

Lo sufre Trelew con los despidos en el sector de la construcción. Los puestos que se perdieron cuando el gobierno nacional alegremente decidió pulverizar la obra pública nunca se recuperaron. No solo frenaron obras trascendentales que iban a mejorarle la vida a la gente. Tampoco les importó que cientos de trabajadores se quedaran en la calle. Puerto Madryn, con sus recursos industriales y turísticos tampoco la está pasando bien. Hay un conflicto pesquero sin solución que ya provoca estragos en toda la economía de la ciudad. Todo se va a la bosta y el gobierno nacional que es quien tiene que acomodar el quilombo no se pone ni los pantalones largos ni los pantalones cortos.

El turismo en Madryn, como en Esquel y toda la Cordillera, también está para atrás. Los empresarios que apoyaron fuertemente a Milei hoy se agarran la cabeza y empiezan a reconocer que se equivocaron. No hay un plan, no hay programas, no hay políticas que contrarresten la crisis galopante que golpea al sector. Como estarán de mal los prestadores turísticos que empiezan a sincerarse, justo ellos, a los que le cuesta horrores bajarse del pony.

Las cosas están mal de verdad. Decenas de comercios de toda la provincia cierran sus persianas, incluso los que nadie imaginó que algún día podían cerrar.

Nadie zafa de la malaria en la que nos encontramos. El que diga lo contrario está fabulando o nos toma por tarados. Chubut acaba de prorrogar la emergencia económica y de emitir un primer tramo de $ 10.000 millones en Letras del Tesoro, de un total autorizado por el Banco Central por $ 80.000 millones. Y no es la única provincia que tiene problemas.

En la misma situación se encuentran los intendentes, sin plata y sin obras, en el reino de la motosierra y también las Pymes, que hacen magia todos los días para subsistir sin tener que despedir más gente.

Nos quieren vender el cuento de la motosierra y el bolazo de que estamos bien y de que vamos a estar mejor si sostenemos este modelo libertario.
Y la verdad es que no hay sector de la producción que la esté pasando bien. Estamos muy mal, y no somos niños a los que puedan engañarnos con fábulas y moralejas.