Luego del trágico incendio producido en la Seccional Segunda de Comodoro Rivadavia, donde falleció un interno y otro resultó con graves heridas, desde la Defensoría Pública de Chubut alertaron sobre las condiciones de encierro en la ciudad. Janet Alderete, abogada adjunta e integrante de la Oficina de Asistencia a Personas Privadas de la Libertad, afirmó que “la Alcaidía está completa” y que las comisarías funcionan como centros de detención colapsados.
“Lo que pasó en la comisaría Segunda fue trágico, estábamos bastante consternados con la noticia”, sostuvo Alderete en diálogo con Jornada Radio. Según explicó, en esa dependencia “había dos internos, lamentablemente uno falleció, el otro está internado y aparentemente todo se habría generado en función de un incendio en la misma celda”.
La abogada precisó que “lo ideal sería que las personas condenadas no estén alojadas en comisarías, pero dada la cantidad de población carcelaria y lo escaso de los lugares, se genera esto de que personas condenadas y procesadas convivan en los mismos espacios”. Y agregó: “Se aspira a que el condenado esté en la Alcaidía, pero la insuficiencia de lugares hace que se distribuyan en las comisarías”.
Consultada sobre la cantidad de internos, Alderete detalló: “Entre las comisarías Segunda, Séptima y Tercera, que fue reinaugurada hace poco, puede haber unas veinticinco personas aproximadamente”. También confirmó que “actualmente tenemos una mujer que está en la comisaría de Rada Tilly, sola. El resto de las mujeres están en el Instituto Penitenciario de Trelew o con prisión domiciliaria”.
Respecto a la convivencia entre personas con distintos perfiles penales, explicó que “el personal policial en cada espacio tiene su propia forma de clasificación interna. Evalúan con quién ubicar a cada persona, pero esa clasificación más detallada solo se puede hacer en un lugar como una Alcaidía o centro de detención, no en comisarías”.
Otro punto abordado fue la posibilidad de comunicación de los internos con el exterior. “Tienen autorizados teléfonos celulares analógicos que funcionan para llamadas y mensajes de texto, sin acceso a redes sociales. En los horarios permitidos pueden comunicarse con su familia y su defensa”, señaló. No obstante, reconoció que “en las requisas a veces se encuentran teléfonos no autorizados, y eso conlleva sanciones disciplinarias”.
Alderete también se refirió a las actividades de reinserción: “En la Alcaidía hay escuela primaria, secundaria y talleres. En las comisarías es más limitada la posibilidad. Actualmente hay un taller de cine y alguna actividad educativa, pero muchas veces es difícil por falta de personal o espacio físico”.
Finalmente, sostuvo que “la población carcelaria en general se muestra bastante interesada en participar de actividades, sobre todo recreativas. Todo lo que implique una distracción, algo que los saque momentáneamente del encierro, tiene un gran nivel de interés”. Y concluyó: “Ojalá algún día se pueda reacomodar toda esta situación. Pero por ahora, la realidad es que la Alcaidía está llena y las comisarías están funcionando como espacios de alojamiento, aunque no fueron pensadas para eso”.
Luego del trágico incendio producido en la Seccional Segunda de Comodoro Rivadavia, donde falleció un interno y otro resultó con graves heridas, desde la Defensoría Pública de Chubut alertaron sobre las condiciones de encierro en la ciudad. Janet Alderete, abogada adjunta e integrante de la Oficina de Asistencia a Personas Privadas de la Libertad, afirmó que “la Alcaidía está completa” y que las comisarías funcionan como centros de detención colapsados.
“Lo que pasó en la comisaría Segunda fue trágico, estábamos bastante consternados con la noticia”, sostuvo Alderete en diálogo con Jornada Radio. Según explicó, en esa dependencia “había dos internos, lamentablemente uno falleció, el otro está internado y aparentemente todo se habría generado en función de un incendio en la misma celda”.
La abogada precisó que “lo ideal sería que las personas condenadas no estén alojadas en comisarías, pero dada la cantidad de población carcelaria y lo escaso de los lugares, se genera esto de que personas condenadas y procesadas convivan en los mismos espacios”. Y agregó: “Se aspira a que el condenado esté en la Alcaidía, pero la insuficiencia de lugares hace que se distribuyan en las comisarías”.
Consultada sobre la cantidad de internos, Alderete detalló: “Entre las comisarías Segunda, Séptima y Tercera, que fue reinaugurada hace poco, puede haber unas veinticinco personas aproximadamente”. También confirmó que “actualmente tenemos una mujer que está en la comisaría de Rada Tilly, sola. El resto de las mujeres están en el Instituto Penitenciario de Trelew o con prisión domiciliaria”.
Respecto a la convivencia entre personas con distintos perfiles penales, explicó que “el personal policial en cada espacio tiene su propia forma de clasificación interna. Evalúan con quién ubicar a cada persona, pero esa clasificación más detallada solo se puede hacer en un lugar como una Alcaidía o centro de detención, no en comisarías”.
Otro punto abordado fue la posibilidad de comunicación de los internos con el exterior. “Tienen autorizados teléfonos celulares analógicos que funcionan para llamadas y mensajes de texto, sin acceso a redes sociales. En los horarios permitidos pueden comunicarse con su familia y su defensa”, señaló. No obstante, reconoció que “en las requisas a veces se encuentran teléfonos no autorizados, y eso conlleva sanciones disciplinarias”.
Alderete también se refirió a las actividades de reinserción: “En la Alcaidía hay escuela primaria, secundaria y talleres. En las comisarías es más limitada la posibilidad. Actualmente hay un taller de cine y alguna actividad educativa, pero muchas veces es difícil por falta de personal o espacio físico”.
Finalmente, sostuvo que “la población carcelaria en general se muestra bastante interesada en participar de actividades, sobre todo recreativas. Todo lo que implique una distracción, algo que los saque momentáneamente del encierro, tiene un gran nivel de interés”. Y concluyó: “Ojalá algún día se pueda reacomodar toda esta situación. Pero por ahora, la realidad es que la Alcaidía está llena y las comisarías están funcionando como espacios de alojamiento, aunque no fueron pensadas para eso”.