Amanecer dorado y ballenas: un lunes mágico en el golfo
El mar calmo, teñido por los primeros rayos del sol, se convirtió en el escenario perfecto para un momento único: la silueta de las ballenas francas australes recortándose en el horizonte. Ingresá a la nota y mirá la galería de imágenes.
Puerto Madryn amaneció este lunes 11 de agosto envuelta en una paleta de colores que iba del dorado intenso al rosado más suave, regalando a quienes madrugaron un espectáculo difícil de olvidar.
El mar calmo, teñido por los primeros rayos del sol, se convirtió en el escenario perfecto para un momento único: la silueta de las ballenas francas australes recortándose en el horizonte.
Desde la costa y también desde las embarcaciones, varios madrinenses y turistas capturaron la imagen de las colas de estos gigantes marinos emergiendo del agua, en un juego sereno que parecía acompasado con la quietud de la mañana. El cielo, en tonos que parecían pintados a mano, se reflejaba sobre la superficie del Golfo Nuevo, mientras la fauna autóctona completaban la postal.
Las imágenes, registradas por el fotógrafo de Diario Jornada Mariano Di Gusto, condensan en un instante la esencia de la temporada de ballenas: naturaleza plena, belleza sin filtros y un Puerto Madryn que cada amanecer renueva su encanto.
Puerto Madryn amaneció este lunes 11 de agosto envuelta en una paleta de colores que iba del dorado intenso al rosado más suave, regalando a quienes madrugaron un espectáculo difícil de olvidar.
El mar calmo, teñido por los primeros rayos del sol, se convirtió en el escenario perfecto para un momento único: la silueta de las ballenas francas australes recortándose en el horizonte.
Desde la costa y también desde las embarcaciones, varios madrinenses y turistas capturaron la imagen de las colas de estos gigantes marinos emergiendo del agua, en un juego sereno que parecía acompasado con la quietud de la mañana. El cielo, en tonos que parecían pintados a mano, se reflejaba sobre la superficie del Golfo Nuevo, mientras la fauna autóctona completaban la postal.
Las imágenes, registradas por el fotógrafo de Diario Jornada Mariano Di Gusto, condensan en un instante la esencia de la temporada de ballenas: naturaleza plena, belleza sin filtros y un Puerto Madryn que cada amanecer renueva su encanto.