Cada 11 de agosto se celebra en varios países de América Latina el Día del Nutricionista, en homenaje al nacimiento del médico argentino Pedro Escudero (1887-1963), considerado pionero de la nutrición en la región y fundador del Instituto Nacional de Nutrición.
La fecha busca destacar la importancia de estos profesionales en la promoción de hábitos alimenticios saludables, la prevención de enfermedades y el tratamiento de patologías vinculadas con la alimentación. Los nutricionistas trabajan en hospitales, centros de salud, escuelas, empresas e incluso de manera independiente, asesorando a personas y comunidades para lograr una dieta equilibrada y adaptada a sus necesidades.
En un contexto donde la mala alimentación y el sedentarismo son factores de riesgo para múltiples enfermedades crónicas, su tarea resulta clave para mejorar la salud pública y fomentar una mejor calidad de vida.
Celebrar este día es también una oportunidad para reflexionar sobre nuestros propios hábitos y reconocer que una buena alimentación es uno de los pilares fundamentales para el bienestar físico y mental.
Cada 11 de agosto se celebra en varios países de América Latina el Día del Nutricionista, en homenaje al nacimiento del médico argentino Pedro Escudero (1887-1963), considerado pionero de la nutrición en la región y fundador del Instituto Nacional de Nutrición.
La fecha busca destacar la importancia de estos profesionales en la promoción de hábitos alimenticios saludables, la prevención de enfermedades y el tratamiento de patologías vinculadas con la alimentación. Los nutricionistas trabajan en hospitales, centros de salud, escuelas, empresas e incluso de manera independiente, asesorando a personas y comunidades para lograr una dieta equilibrada y adaptada a sus necesidades.
En un contexto donde la mala alimentación y el sedentarismo son factores de riesgo para múltiples enfermedades crónicas, su tarea resulta clave para mejorar la salud pública y fomentar una mejor calidad de vida.
Celebrar este día es también una oportunidad para reflexionar sobre nuestros propios hábitos y reconocer que una buena alimentación es uno de los pilares fundamentales para el bienestar físico y mental.