Esclavitud en Paso de Indios: la acusada rompió el silencio

A Marta Caucamán le imputan haber engañado y esclavizado a Adolfo Yancamil. Pidió hablar para negar los cargos, apuntarle a la Policía y asegurar que la víctima abusaba de ella. Con nombres y fechas, Fiscalía consiguió más evidencia de los episodios.

Caucamán y su hijo Ovejero, en la audiencia.
25 AGO 2025 - 17:01 | Actualizado 25 AGO 2025 - 17:15

Marta Caucamán rompió el silencio. Es la vecina de Paso de Indios imputada por engañar y esclavizar a un adulto mayor en Paso de Indios para robarle su jubilación y su casa, humillándolo con trabajos forzados.
Está presa en el Instituto Penitenciario Provincial sobre ruta 3. Su hijo Juan José Ovejero, presunto cómplice, está detenido en la Comisaría 2ª de Trelew.

Marta Caucamán está presa en el IPP.

En una audiencia este lunes ante el juez Marcos Nápoli, la mujer negó los cargos y aseguró que Adolfo Yancamil, la víctima de la investigación, en realidad es victimario.
“Quiero y necesito ser escuchada”, dijo Caucamán, que no respondió preguntas de la fiscal Mariana Millapi. “Tengo muy pocos estudios pero desde 2023 que vivo sometida por este hombre”.

Graficó que cuando Yancamil estaba sobrio era “un hombre bueno” pero cuando se emborrachaba “me descomponía porque sabía la que se me venía; él se transformaba y las evidencias las tengo en el cuerpo”.

Imagen del primer procedimiento policial.

Según su versión, “cuando estaba mamado” Yancamil le quemaba el cuerpo con cigarrillos. “Abusaba de mí una y otra vez. Es un hombre mayor pero una mujer jamás podrá más que un hombre, y más con mi hipertensión”.

El hombre le advertía que si le contaba algo a su hijo Juan José, lo iba a matar. “No es lo mismo vivir dos días en Paso de Indios que crecer ahí; conozco cada casa, sé cómo es la gente, lo que hacen y lo que no hacen. Es un pueblo corrupto y de cosas tapadas”.

Kholer junto con la fiscal Millapi.

Por más de 10 años fue conductora de radio en temas de campo. “Cuando pasaba algo que no me gustaba y me molestaba lo decía al aire, aunque sabía que iba a tener problemas con la Policía por decir cosas que no debía; era impotencia cuando golpeaban a alguien y le sacaban la plata”. Cuando salía del aire la llamaban de la Comisaría y le decían: “Cállate”.
“No me callé ni me voy a callar y voy a seguir luchando por mi verdad hasta el último momento. Nos acusan de cosas que no hicimos. Si hubiera hecho algo me tendría que repudrir en la cárcel, pero no lo hice”.

La audiencia también sirvió para que la fiscal Millapi y el funcionario Rubén Kholer agreguennueva evidencia a su imputación.

Una postal de los allanamientos en el interior.

Según los elementos que recolectaron, los delitos ocurrieron desde el 26 de diciembre de 2022 en Paso de Indios cuando Caucaman convenció a Yancamil, de 74 años, de viajar a Esquel a tratarse con un médico por problemas de salud.
Ya en esa ciudad Yancamil sacó un préstamo del Banco del Chubut por $ 150.000. Caucaman se lo robó para gastos personales y la compra de un pasaje para que su hijo Juan José también viajara a Esquel.

De vuelta en el pueblo, la mujer persuadió a Yancamil de vender su casa de Cañadon Bagual 348. Finalmente, madre e hijo lo convencieron de mudarse con ellos a su casa de 9 de Julio y Sarmiento.
Iban a contenerlo y cuidarlo. Pero esa promesa se convirtió en sometimiento: lo mantuvieron cautivo con encierros, golpes y amenazas.

La casa de Paso de Indios donde el hombre fue sometido.

Según la versión fiscal, Yancamil era obligado a trabajos forzosos. Y cuando podía salir por mandados al pueblo era vigilado de cerca. Si desobedecía lo obligaban como castigo a quedarse arrodillado en pedregullo por horas, sin comida.
Seguían el calendario de pagos para llevarlo a cobrar su jubilación a la sucursal del Banco del Chubut. Ya en la plaza le sacaban la plata bajo amenazas de golpes.

En otro episodio, Ovejero le vendió a Yancamil un Renault Megane 1997. En julio de 2023 Caucamán vendió el mismo coche a otro vecino. Yancamil nunca pudo usar el vehículo ni cobró nada por la venta.
El calvario duro hasta el 30 de agosto de 2023 cuando el policía Carlos Valero observó a Yancamil en la vía pública en mal estado físico. Intervino y el hombre terminó internado dos días en el Hospital local. El diagnóstico: deshidratación, malestar y contusiones múltiples. Yancamil medía 1.45 cm, y pesaba 40 kilos. Finalmente pudo comer y asearse.

Juan José Ovejero está alojado en la Comisaría Segunda.

En la audiencia también declaró Ovejero, que relató presuntos abusos de Yancamil a su madre e insinuó la complicidad policial en el pueblo para perjudicarlos a él y a Caucamán.

A pedido del defensor Carlos Pericich, el juez Nápoli también dispuso que el Ministerio de la Defensa Pública ponga todos los recursos a disposición para realizar un peritaje médico que determine el estado físico, psicológico y psiquiátrico de la presunta víctima. El objetivo es rastrear la veracidad de su denuncia y si acaso hay variables, como su escaso peso, son comunes para su talla o consecuencia del maltrato.

A Caucamán y Ovejero les imputan reducción a la servidumbre y lesiones leves.

Fotos: Sergio Esparza/Archivo Jornada

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Caucamán y su hijo Ovejero, en la audiencia.
25 AGO 2025 - 17:01

Marta Caucamán rompió el silencio. Es la vecina de Paso de Indios imputada por engañar y esclavizar a un adulto mayor en Paso de Indios para robarle su jubilación y su casa, humillándolo con trabajos forzados.
Está presa en el Instituto Penitenciario Provincial sobre ruta 3. Su hijo Juan José Ovejero, presunto cómplice, está detenido en la Comisaría 2ª de Trelew.

Marta Caucamán está presa en el IPP.

En una audiencia este lunes ante el juez Marcos Nápoli, la mujer negó los cargos y aseguró que Adolfo Yancamil, la víctima de la investigación, en realidad es victimario.
“Quiero y necesito ser escuchada”, dijo Caucamán, que no respondió preguntas de la fiscal Mariana Millapi. “Tengo muy pocos estudios pero desde 2023 que vivo sometida por este hombre”.

Graficó que cuando Yancamil estaba sobrio era “un hombre bueno” pero cuando se emborrachaba “me descomponía porque sabía la que se me venía; él se transformaba y las evidencias las tengo en el cuerpo”.

Imagen del primer procedimiento policial.

Según su versión, “cuando estaba mamado” Yancamil le quemaba el cuerpo con cigarrillos. “Abusaba de mí una y otra vez. Es un hombre mayor pero una mujer jamás podrá más que un hombre, y más con mi hipertensión”.

El hombre le advertía que si le contaba algo a su hijo Juan José, lo iba a matar. “No es lo mismo vivir dos días en Paso de Indios que crecer ahí; conozco cada casa, sé cómo es la gente, lo que hacen y lo que no hacen. Es un pueblo corrupto y de cosas tapadas”.

Kholer junto con la fiscal Millapi.

Por más de 10 años fue conductora de radio en temas de campo. “Cuando pasaba algo que no me gustaba y me molestaba lo decía al aire, aunque sabía que iba a tener problemas con la Policía por decir cosas que no debía; era impotencia cuando golpeaban a alguien y le sacaban la plata”. Cuando salía del aire la llamaban de la Comisaría y le decían: “Cállate”.
“No me callé ni me voy a callar y voy a seguir luchando por mi verdad hasta el último momento. Nos acusan de cosas que no hicimos. Si hubiera hecho algo me tendría que repudrir en la cárcel, pero no lo hice”.

La audiencia también sirvió para que la fiscal Millapi y el funcionario Rubén Kholer agreguennueva evidencia a su imputación.

Una postal de los allanamientos en el interior.

Según los elementos que recolectaron, los delitos ocurrieron desde el 26 de diciembre de 2022 en Paso de Indios cuando Caucaman convenció a Yancamil, de 74 años, de viajar a Esquel a tratarse con un médico por problemas de salud.
Ya en esa ciudad Yancamil sacó un préstamo del Banco del Chubut por $ 150.000. Caucaman se lo robó para gastos personales y la compra de un pasaje para que su hijo Juan José también viajara a Esquel.

De vuelta en el pueblo, la mujer persuadió a Yancamil de vender su casa de Cañadon Bagual 348. Finalmente, madre e hijo lo convencieron de mudarse con ellos a su casa de 9 de Julio y Sarmiento.
Iban a contenerlo y cuidarlo. Pero esa promesa se convirtió en sometimiento: lo mantuvieron cautivo con encierros, golpes y amenazas.

La casa de Paso de Indios donde el hombre fue sometido.

Según la versión fiscal, Yancamil era obligado a trabajos forzosos. Y cuando podía salir por mandados al pueblo era vigilado de cerca. Si desobedecía lo obligaban como castigo a quedarse arrodillado en pedregullo por horas, sin comida.
Seguían el calendario de pagos para llevarlo a cobrar su jubilación a la sucursal del Banco del Chubut. Ya en la plaza le sacaban la plata bajo amenazas de golpes.

En otro episodio, Ovejero le vendió a Yancamil un Renault Megane 1997. En julio de 2023 Caucamán vendió el mismo coche a otro vecino. Yancamil nunca pudo usar el vehículo ni cobró nada por la venta.
El calvario duro hasta el 30 de agosto de 2023 cuando el policía Carlos Valero observó a Yancamil en la vía pública en mal estado físico. Intervino y el hombre terminó internado dos días en el Hospital local. El diagnóstico: deshidratación, malestar y contusiones múltiples. Yancamil medía 1.45 cm, y pesaba 40 kilos. Finalmente pudo comer y asearse.

Juan José Ovejero está alojado en la Comisaría Segunda.

En la audiencia también declaró Ovejero, que relató presuntos abusos de Yancamil a su madre e insinuó la complicidad policial en el pueblo para perjudicarlos a él y a Caucamán.

A pedido del defensor Carlos Pericich, el juez Nápoli también dispuso que el Ministerio de la Defensa Pública ponga todos los recursos a disposición para realizar un peritaje médico que determine el estado físico, psicológico y psiquiátrico de la presunta víctima. El objetivo es rastrear la veracidad de su denuncia y si acaso hay variables, como su escaso peso, son comunes para su talla o consecuencia del maltrato.

A Caucamán y Ovejero les imputan reducción a la servidumbre y lesiones leves.

Fotos: Sergio Esparza/Archivo Jornada