El fallecimiento a los 91 años de Jane Goodall, la famosa etóloga que revolucionó la manera en la que comprendemos el comportamiento de los chimpancés, deja al mundo sin una de las mentes que mejor logró entender el mundo animal. Pocas imágenes capturaron tan bien su profunda conexión con la naturaleza como la que le tomó su esposo en 1964 junto a un chimpancé bebé.
El 14 de julio de 1960, Jane Goodall, con 26 años, llegó en barco a las orillas del lago Tanganica, en Tanzania. Allá, en lo que ahora es el Parque Nacional Gombe Stream, comenzó su innovadora investigación científica sobre el comportamiento de los chimpancés. Hasta entonces era una estudiante de secretariado sin una licenciatura en ciencias, y dice que observó a sus sujetos salvajes con una mente abierta y sin ideas preconcebidas.
Controvertidamente en ese momento, desafió las convenciones al darles a esos chimpancés nombres en lugar de números. Su difunto esposo, el fotógrafo holandés Hugo van Lawick, fue a Gombe en 1962, donde tomó miles de fotografías de Goodall.
Pero fue en 1964 cuando tomó lo que se convirtió en una de las fotografías más icónicas de Goodall con un chimpancé bebé conocido como Flint. En la foto, se ve a Goodall agachada y extendiendo su brazo derecho hacia Flint, el primer chimpancé que nació en Gombe después de su, mientras él extiende su brazo izquierdo hacia ella.
Como Goodall le dijo a BBC Future, esto fue mucho antes de la era de la fotografía digital, por lo que tuvo que esperar un tiempo antes de poder ver las imágenes impresas. "Pasaron un par de meses o más antes de que hubiera una forma segura de enviar rollos expuestos a National Geographic para su procesamiento, y luego otra espera mientras enviaban las impresiones a Kigoma", recordó. "Cuando la vi, aunque no me di cuenta de que se volvería icónica, me hizo pensar en la pintura de Miguel Ángel de Dios acercándose al hombre".
UN DOCUMENTAL SOBRE LAS BALLENAS EN 2019
Los científicos, Jane Goodall y Roger Payne, después de admirarse toda su vida, se encontraron en 2019 en el mítico campamento donde hasta la actualidad el Instituto de Conservación de Ballenas lleva adelante sus estudios de ballenas francas en las costas de Chubut.
Con la naturaleza como testigo, Jane y Roger conversaron en ese momento sobre el ambiente, las selvas y los océanos, la deforestación, pero también sobre la felicidad, su anhelo de paz y las posibles soluciones a los problemas que enfrenta la Humanidad.
Ellos dedicaron su vida a la ciencia, generando información clave para la protección de especies. Jane investigó sobre chimpancés y Roger Payne sobre ballenas francas.
Con más de ocho décadas de vida, ambos han sido testigos de cómo los hábitats de estas especies han cambiado. Sus reflexiones plasmadas en este film, aún siguen vigentes. Jane Goodall y Roger Payne, encarnan la energía de la selva y el mar unidos para dejar un único mensaje: el de la Tierra. (Con información deBBC Future)
El fallecimiento a los 91 años de Jane Goodall, la famosa etóloga que revolucionó la manera en la que comprendemos el comportamiento de los chimpancés, deja al mundo sin una de las mentes que mejor logró entender el mundo animal. Pocas imágenes capturaron tan bien su profunda conexión con la naturaleza como la que le tomó su esposo en 1964 junto a un chimpancé bebé.
El 14 de julio de 1960, Jane Goodall, con 26 años, llegó en barco a las orillas del lago Tanganica, en Tanzania. Allá, en lo que ahora es el Parque Nacional Gombe Stream, comenzó su innovadora investigación científica sobre el comportamiento de los chimpancés. Hasta entonces era una estudiante de secretariado sin una licenciatura en ciencias, y dice que observó a sus sujetos salvajes con una mente abierta y sin ideas preconcebidas.
Controvertidamente en ese momento, desafió las convenciones al darles a esos chimpancés nombres en lugar de números. Su difunto esposo, el fotógrafo holandés Hugo van Lawick, fue a Gombe en 1962, donde tomó miles de fotografías de Goodall.
Pero fue en 1964 cuando tomó lo que se convirtió en una de las fotografías más icónicas de Goodall con un chimpancé bebé conocido como Flint. En la foto, se ve a Goodall agachada y extendiendo su brazo derecho hacia Flint, el primer chimpancé que nació en Gombe después de su, mientras él extiende su brazo izquierdo hacia ella.
Como Goodall le dijo a BBC Future, esto fue mucho antes de la era de la fotografía digital, por lo que tuvo que esperar un tiempo antes de poder ver las imágenes impresas. "Pasaron un par de meses o más antes de que hubiera una forma segura de enviar rollos expuestos a National Geographic para su procesamiento, y luego otra espera mientras enviaban las impresiones a Kigoma", recordó. "Cuando la vi, aunque no me di cuenta de que se volvería icónica, me hizo pensar en la pintura de Miguel Ángel de Dios acercándose al hombre".
UN DOCUMENTAL SOBRE LAS BALLENAS EN 2019
Los científicos, Jane Goodall y Roger Payne, después de admirarse toda su vida, se encontraron en 2019 en el mítico campamento donde hasta la actualidad el Instituto de Conservación de Ballenas lleva adelante sus estudios de ballenas francas en las costas de Chubut.
Con la naturaleza como testigo, Jane y Roger conversaron en ese momento sobre el ambiente, las selvas y los océanos, la deforestación, pero también sobre la felicidad, su anhelo de paz y las posibles soluciones a los problemas que enfrenta la Humanidad.
Ellos dedicaron su vida a la ciencia, generando información clave para la protección de especies. Jane investigó sobre chimpancés y Roger Payne sobre ballenas francas.
Con más de ocho décadas de vida, ambos han sido testigos de cómo los hábitats de estas especies han cambiado. Sus reflexiones plasmadas en este film, aún siguen vigentes. Jane Goodall y Roger Payne, encarnan la energía de la selva y el mar unidos para dejar un único mensaje: el de la Tierra. (Con información deBBC Future)