WCS Argentina, organización de conservación que monitorea los elefantes marinos del sur desde hace más de 40 años, advierte que la población de estos emblemáticos animales de la Patagonia se redujo drásticamente en tan sólo un año, a causa de la epidemia de gripe aviar de alta patogenicidad (H5N1) que los impactó en octubre de 2023.
“Hasta el evento de 2023 era imposible pensar que una población saludable como la del elefante marino de Península Valdés podría pasar, de un año a otro, a estar peligro de extinción en un lugar con amenazas, pero relativamente prístino. Esto representa una alerta frente a un contexto de cambio climático, que exacerba los riesgos e incrementa la incertidumbre”, señala Valeria Falabella, directora de conservación costero-marina de WCS Argentina.
Estos datos alarmantes surgen de un reporte presentado por WCS Argentina a las autoridades de Chubut a fines de septiembre. El informe estima una población total de 19.871 individuos mayores a 1 año, lo que representa una reducción del 61% de la población existente previo al impacto de la gripe aviar en 2023.
El número total de machos alfa mostró una reducción del 43%; el de hembras adultas, una reducción del 60%; y la producción anual de crías fue de 5.677 individuos, mientras que para los mismos sectores en 2022 había sido de 14.427.
En base a estos valores, esta agrupación que se consideraba de “Preocupación menor” respecto de las amenazas a su conservación, pasaría ahora a categorizarse como “En peligro”, de acuerdo con los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La importancia de monitorear la especie
Hasta 2022 esta población se mantuvo saludable y en crecimiento sostenido concentrando unos 60.000 individuos. Sin embargo, en octubre de 2023 se vio gravemente afectada por la epidemia de gripe aviar, que aquel año mató al 97% de las crías y a un número indeterminado de adultos reproductores, generando así un cambio drástico en el estado de conservación de la agrupación.
A fin de evaluar el grado de impacto de la epidemia, en octubre de 2024 se llevó a cabo un recuento completo de la colonia, mediante una combinación de censos terrestres y con drone. Participó un equipo de veinte censistas de WCS Argentina, CESIMAR-CONICET, Universidad de California-Davis, Fundación Vida Silvestre Argentina, Dirección de Conservación de la Municipalidad de Puerto Madryn, guardafaunas del Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas de la Provincia de Chubut y guardaparques de la Administración de Parques Nacionales. El reporte presentado a la provincia de Chubut en septiembre de 2025, contiene los resultados finales de este censo.
En octubre de 2025 comenzará un nuevo censo que aportará información clave para seguir analizando las consecuencias de la epidemia. “La investigación científica sostenida en el tiempo es esencial. Hoy podemos tener estos datos y proyecciones gracias a haber monitoreado a la especie durante más de cuatro décadas. El censo de este año, así como los próximos, resultan claves para poder evaluar los distintos escenarios de recuperación de esta población”, señala Falabella. “Se espera que, ante la actual crisis climática, epidemias como la de la gripe aviar del 2023 sean cada vez más frecuentes poniendo en peligro la salud y el estado de conservación de las especies. El elefante marino actúa como ´centinela del mar´, reflejando el estado de conservación del océano frente a los desafíos que atraviesa”, agrega.
Recomendaciones para cuidar a los elefantes marinos en las playas
En las costas de Península Valdés y zonas aledañas, los elefantes marinos del sur cumplen dos etapas claves de su ciclo de vida: entre septiembre y octubre se reproducen, y entre noviembre y marzo mudan la piel. Cada hembra pare una sola cría, que cuida y alimenta durante 21 días en las costas, período de alta vulnerabilidad.
“La presencia humana en las playas y la interacción con los animales tiene a veces consecuencias indeseables, como el abandono de la cría cuando la madre se siente amenazada o los desplazamientos de huida con alto desgaste de energía por parte de animales que están ayunando”, comenta Julieta Campagna, coordinadora del paisaje Valdés de WCS Argentina.
La mayor parte de la costa donde se concentran estos animales se encuentra categorizada como “área natural protegida”, pero hay playas por fuera de esa protección, entre Punta Ninfas y frente a Isla Escondida, donde es necesario extremar medidas para no generar disturbios. Por ejemplo:
-Mantenerse a más de 30 metros de distancia de los animales.
-No arrojarles piedras para provocar que se desplacen.
-Impedir que los perros se les acerquen.
-Nunca interponerse entre los animales y el mar.
WCS Argentina, organización de conservación que monitorea los elefantes marinos del sur desde hace más de 40 años, advierte que la población de estos emblemáticos animales de la Patagonia se redujo drásticamente en tan sólo un año, a causa de la epidemia de gripe aviar de alta patogenicidad (H5N1) que los impactó en octubre de 2023.
“Hasta el evento de 2023 era imposible pensar que una población saludable como la del elefante marino de Península Valdés podría pasar, de un año a otro, a estar peligro de extinción en un lugar con amenazas, pero relativamente prístino. Esto representa una alerta frente a un contexto de cambio climático, que exacerba los riesgos e incrementa la incertidumbre”, señala Valeria Falabella, directora de conservación costero-marina de WCS Argentina.
Estos datos alarmantes surgen de un reporte presentado por WCS Argentina a las autoridades de Chubut a fines de septiembre. El informe estima una población total de 19.871 individuos mayores a 1 año, lo que representa una reducción del 61% de la población existente previo al impacto de la gripe aviar en 2023.
El número total de machos alfa mostró una reducción del 43%; el de hembras adultas, una reducción del 60%; y la producción anual de crías fue de 5.677 individuos, mientras que para los mismos sectores en 2022 había sido de 14.427.
En base a estos valores, esta agrupación que se consideraba de “Preocupación menor” respecto de las amenazas a su conservación, pasaría ahora a categorizarse como “En peligro”, de acuerdo con los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La importancia de monitorear la especie
Hasta 2022 esta población se mantuvo saludable y en crecimiento sostenido concentrando unos 60.000 individuos. Sin embargo, en octubre de 2023 se vio gravemente afectada por la epidemia de gripe aviar, que aquel año mató al 97% de las crías y a un número indeterminado de adultos reproductores, generando así un cambio drástico en el estado de conservación de la agrupación.
A fin de evaluar el grado de impacto de la epidemia, en octubre de 2024 se llevó a cabo un recuento completo de la colonia, mediante una combinación de censos terrestres y con drone. Participó un equipo de veinte censistas de WCS Argentina, CESIMAR-CONICET, Universidad de California-Davis, Fundación Vida Silvestre Argentina, Dirección de Conservación de la Municipalidad de Puerto Madryn, guardafaunas del Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas de la Provincia de Chubut y guardaparques de la Administración de Parques Nacionales. El reporte presentado a la provincia de Chubut en septiembre de 2025, contiene los resultados finales de este censo.
En octubre de 2025 comenzará un nuevo censo que aportará información clave para seguir analizando las consecuencias de la epidemia. “La investigación científica sostenida en el tiempo es esencial. Hoy podemos tener estos datos y proyecciones gracias a haber monitoreado a la especie durante más de cuatro décadas. El censo de este año, así como los próximos, resultan claves para poder evaluar los distintos escenarios de recuperación de esta población”, señala Falabella. “Se espera que, ante la actual crisis climática, epidemias como la de la gripe aviar del 2023 sean cada vez más frecuentes poniendo en peligro la salud y el estado de conservación de las especies. El elefante marino actúa como ´centinela del mar´, reflejando el estado de conservación del océano frente a los desafíos que atraviesa”, agrega.
Recomendaciones para cuidar a los elefantes marinos en las playas
En las costas de Península Valdés y zonas aledañas, los elefantes marinos del sur cumplen dos etapas claves de su ciclo de vida: entre septiembre y octubre se reproducen, y entre noviembre y marzo mudan la piel. Cada hembra pare una sola cría, que cuida y alimenta durante 21 días en las costas, período de alta vulnerabilidad.
“La presencia humana en las playas y la interacción con los animales tiene a veces consecuencias indeseables, como el abandono de la cría cuando la madre se siente amenazada o los desplazamientos de huida con alto desgaste de energía por parte de animales que están ayunando”, comenta Julieta Campagna, coordinadora del paisaje Valdés de WCS Argentina.
La mayor parte de la costa donde se concentran estos animales se encuentra categorizada como “área natural protegida”, pero hay playas por fuera de esa protección, entre Punta Ninfas y frente a Isla Escondida, donde es necesario extremar medidas para no generar disturbios. Por ejemplo:
-Mantenerse a más de 30 metros de distancia de los animales.
-No arrojarles piedras para provocar que se desplacen.
-Impedir que los perros se les acerquen.
-Nunca interponerse entre los animales y el mar.