El miércoles, un pasacalle había causado un revuelo en todo Trelew. Un desconocido le preguntaba a una tal Rosmari, que cuando le iba a decir que sí.
Lo que dejaba ver el pasacalle era una silueta de dos enamorados y corazones. Era obvio: la pregunta buscaba formalizar una relación o llegar al casamiento.
Todos nos quedamos con la duda de si Rosmari aceptaría o no, pero la respuesta solo se hizo esperar un día.
Allí, con dos hojas A4, dibujados con lapicera negra y pegadas bajo el pasacalle, Rosmari daba su respuesta y era un “sí”.
La intriga llegó a su fin para esta breve pero hermosa historia de amor que nos sacó una sonrisa. Sin saberlo, dos personas se esperaron toda su vida y se encontraron al fin.
El miércoles, un pasacalle había causado un revuelo en todo Trelew. Un desconocido le preguntaba a una tal Rosmari, que cuando le iba a decir que sí.
Lo que dejaba ver el pasacalle era una silueta de dos enamorados y corazones. Era obvio: la pregunta buscaba formalizar una relación o llegar al casamiento.
Todos nos quedamos con la duda de si Rosmari aceptaría o no, pero la respuesta solo se hizo esperar un día.
Allí, con dos hojas A4, dibujados con lapicera negra y pegadas bajo el pasacalle, Rosmari daba su respuesta y era un “sí”.
La intriga llegó a su fin para esta breve pero hermosa historia de amor que nos sacó una sonrisa. Sin saberlo, dos personas se esperaron toda su vida y se encontraron al fin.