“No fueron pollos de papel porque la mercadería se entregó”

Las defensas de los imputados por el presunto fraude al municipio aseguraron que los alimentos se pagaron y se entregaron, y no hubo perjuicio al erario. Y que tampoco hubo quejas por alguna licitación irregular.

Rowlands (izquierda), Rey, Gabalachis y Galimberti, defensores.
21 OCT 2025 - 17:13 | Actualizado 21 OCT 2025 - 17:18

“La mercadería existió, se pagó y los remitos no son falsos porque se entregó. O sea que los pollos no eran de papel”. La frase de la defensora pública Romina Rowlands sintetiza la posición de los defensores de los siete imputados en la causa por el presunto fraude de $ 170 millones a la Municipalidad de Trelew.

Junto con Sergio Rey, la funcionaria defiende a los 5 exfuncionarios municipales involucrados. Durante la audiencia en la cual se conoció la acusación, Rowlands explicó que “no hubo menoscabo” al erario ya que en las compras de pollo y carne hubo “desprolijidades” pero sin consecuencias penales. Y apuntó que en todo caso “participaron funcionarios que no están sentados acá. O hay pocos imputados o faltan muchísimos”.

Rowlands destacó que en la presentación que disparó la causa, el intendente Gerardo Merino “sólo denunció la falta de mercadería”. Como el depósito del área social de Trelew no podía conservar refrigerados pollos y carne, debían entregarse rápidamente.

Los siete acusados, sentados adelante en la audiencia.

La defensora también recordó la ordenanza de transición entre las gestiones de Merino y de Adrián Maderna. En ese informe no figuraron las presuntas irregularidades de la causa.

“Las licitaciones se respetaron en todos sus términos y ningún proveedor denunció que lo hayan dejado afuera o que hayan rechazado su oferta. Nadie quería trabajar con el municipio por el atraso de los pagos”, argumentó.

Fabián Gabalachis, que defiende al comerciante Elías Tellechea, advirtió sobre la “profunda debilidad e inconsistencia del relato fiscal, hecho de sugerencias y no de hechos”.
Tras pedir que Fiscalía “pula” las calificaciones jurídicas, explicó que los proveedores “cobraron luego de las entregas y a precios de mercado, sin inflación”.

“No hubo perjuicio patrimonial –insistió-. ¿Cómo llegaron a los 170 millones? Porque no se trata de sumar facturas”. El penalista graficó que Tellechea “más que un imputado es un testigo de lujo para la Fiscalía”.

Al comerciante Rainiero Frontini lo patrocina Alfredo Pérez Galimberti. El defensor subrayó que una función de la Municipalidad es brindar ayuda social a los sectores vulnerables. “El municipio paga tarde y mal y ellos eran los únicos que le vendían porque tenían la espalda para esperar el pago”, dijo. “Frontini se animó a ser proveedor y ahora está sentado acá”.

Galimberti enfatizó que su cliente entregó toda la mercadería y hace un año, cuando la causa estalló, le aportaron a Fiscalía los datos completos de cada persona que retiró pollos. “Por supuesto que como todo vendedor, quería cobrar. A eso se dedica: compra y vende pollos, no se pregunta cuál es el destino”.

Aclaró que los pollos no estaban congelados sino enfriados. Debían entregarse antes de 48 horas para no pudrirse. “De hecho no le pagaron toda la mercadería y hay 800 pollos que todavía le deben. No hay evidencia de que Frontini haya defraudado al municipio en un peso”.

Enterate de las noticias de POLICIALES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
Rowlands (izquierda), Rey, Gabalachis y Galimberti, defensores.
21 OCT 2025 - 17:13

“La mercadería existió, se pagó y los remitos no son falsos porque se entregó. O sea que los pollos no eran de papel”. La frase de la defensora pública Romina Rowlands sintetiza la posición de los defensores de los siete imputados en la causa por el presunto fraude de $ 170 millones a la Municipalidad de Trelew.

Junto con Sergio Rey, la funcionaria defiende a los 5 exfuncionarios municipales involucrados. Durante la audiencia en la cual se conoció la acusación, Rowlands explicó que “no hubo menoscabo” al erario ya que en las compras de pollo y carne hubo “desprolijidades” pero sin consecuencias penales. Y apuntó que en todo caso “participaron funcionarios que no están sentados acá. O hay pocos imputados o faltan muchísimos”.

Rowlands destacó que en la presentación que disparó la causa, el intendente Gerardo Merino “sólo denunció la falta de mercadería”. Como el depósito del área social de Trelew no podía conservar refrigerados pollos y carne, debían entregarse rápidamente.

Los siete acusados, sentados adelante en la audiencia.

La defensora también recordó la ordenanza de transición entre las gestiones de Merino y de Adrián Maderna. En ese informe no figuraron las presuntas irregularidades de la causa.

“Las licitaciones se respetaron en todos sus términos y ningún proveedor denunció que lo hayan dejado afuera o que hayan rechazado su oferta. Nadie quería trabajar con el municipio por el atraso de los pagos”, argumentó.

Fabián Gabalachis, que defiende al comerciante Elías Tellechea, advirtió sobre la “profunda debilidad e inconsistencia del relato fiscal, hecho de sugerencias y no de hechos”.
Tras pedir que Fiscalía “pula” las calificaciones jurídicas, explicó que los proveedores “cobraron luego de las entregas y a precios de mercado, sin inflación”.

“No hubo perjuicio patrimonial –insistió-. ¿Cómo llegaron a los 170 millones? Porque no se trata de sumar facturas”. El penalista graficó que Tellechea “más que un imputado es un testigo de lujo para la Fiscalía”.

Al comerciante Rainiero Frontini lo patrocina Alfredo Pérez Galimberti. El defensor subrayó que una función de la Municipalidad es brindar ayuda social a los sectores vulnerables. “El municipio paga tarde y mal y ellos eran los únicos que le vendían porque tenían la espalda para esperar el pago”, dijo. “Frontini se animó a ser proveedor y ahora está sentado acá”.

Galimberti enfatizó que su cliente entregó toda la mercadería y hace un año, cuando la causa estalló, le aportaron a Fiscalía los datos completos de cada persona que retiró pollos. “Por supuesto que como todo vendedor, quería cobrar. A eso se dedica: compra y vende pollos, no se pregunta cuál es el destino”.

Aclaró que los pollos no estaban congelados sino enfriados. Debían entregarse antes de 48 horas para no pudrirse. “De hecho no le pagaron toda la mercadería y hay 800 pollos que todavía le deben. No hay evidencia de que Frontini haya defraudado al municipio en un peso”.