El Colegio Técnico N°749 de Comodoro Rivadavia tuvo una destacada participación en la Competencia Nacional de Autos Eléctricos, desarrollada recientemente en la provincia de Entre Ríos. La experiencia marcó el debut de la institución en este tipo de certámenes, donde los equipos escolares deben diseñar, construir y poner a prueba un vehículo impulsado por energía eléctrica bajo normas técnicas y de seguridad muy precisas.
“En sí, no hay consignas, lo que hay es un reglamento, porque es una competencia. Hay tolerancias bajo las cuales se tiene que armar el auto y tiene que pasar una verificación técnica. Una vez que pasa esa verificación, recién ahí está habilitado para competir”, explicó el director del establecimiento Emanuel Viegas.
La delegación del Colegio Técnico N°749 estuvo conformada por los estudiantes Cristian Ramos, Valentín Reales, Fernanda Sánchez Durán, Ezequiel Sánchez, Estefanía Barceló, Morena Alvarado, Jacobo Rodríguez y David Centellas quienes estuvieron acompañados por un equipo docente que coordinó la preparación y participación en el evento.
El grupo se organizó según las funciones que establece el reglamento oficial: dos pilotos titulares, un piloto suplente, una piloto mujer, mecánicos, suplentes, banderillero y señalero. “Son muy puntillosos: si alguien entra a boxes y no pertenece al equipo, o si se cometen errores durante la asistencia, se descuentan puntos”, detallaron los responsables.
Desde que recibieron la beca hasta que lograron poner el auto en pista, tuvieron apenas dos meses de trabajo. “Fue una competencia de mucho aprendizaje, dura para los chicos porque trabajaron bajo presión. No es como una feria de ciencias, tiene otra dinámica. Pero sabían lo que estaban haciendo y querían pasar esa prueba técnica, que era su primer gran objetivo”, explicaron.
Además del esfuerzo en boxes, la delegación disfrutó de momentos de integración y esparcimiento. “Nos divertimos mucho, incluso después de las correcciones y ajustes del auto. Estos viajes no son solo competencia: también son oportunidades para conocer, disfrutar y abrir nuevos mundos”, remarcaron.
La participación fue posible gracias a múltiples apoyos institucionales y personales: Comodoro Conocimiento colaboró con el transporte, AMET aportó una ayuda económica para solventar parte de los gastos de alimentación y el grupo Fusión, empresa dedicada a sensores, brindó soporte técnico y logístico. También acompañaron egresados y colaboradores voluntarios quienes asistieron a los estudiantes durante la competencia. “Sin ese apoyo, no hubiéramos podido estar presentes. Es justo reconocer a todos los que pusieron su granito de arena”, subrayaron los docentes, que ya piensan en repetir la experiencia el próximo año.
Experiencia colectiva
Entre los participantes, Estefanía Barceló destacó la vivencia colectiva del grupo. “Para mí y mis compañeros fue todo muy hermoso, una experiencia muy bonita. Tuve la oportunidad de participar con un gran equipo”, expresó.
Durante los preparativos, los estudiantes trabajaron con un cronograma claro de tareas que abarcó todas las áreas del proyecto. “Al principio teníamos asignadas las funciones y, cuando terminamos, buscábamos otras o ayudamos a los que todavía no habían finalizado, ya sea en dirección, suspensión, planos o carrocería”, dijo sobre la dinámica interna del grupo.
El viaje a Entre Ríos también fue posible gracias al apoyo de distintas instituciones y al esfuerzo propio del grupo. Parte de los gastos se cubrieron con la venta de rifas y el aporte de la cooperadora escolar. “Fue una experiencia increíble que nos unió como grupo y que queremos repetir”, señaló Estefanía, quien ya piensa en el futuro del proyecto: “Queremos mejorar el auto para poder seguir progresando y volver el año que viene”.

El Colegio Técnico N°749 de Comodoro Rivadavia tuvo una destacada participación en la Competencia Nacional de Autos Eléctricos, desarrollada recientemente en la provincia de Entre Ríos. La experiencia marcó el debut de la institución en este tipo de certámenes, donde los equipos escolares deben diseñar, construir y poner a prueba un vehículo impulsado por energía eléctrica bajo normas técnicas y de seguridad muy precisas.
“En sí, no hay consignas, lo que hay es un reglamento, porque es una competencia. Hay tolerancias bajo las cuales se tiene que armar el auto y tiene que pasar una verificación técnica. Una vez que pasa esa verificación, recién ahí está habilitado para competir”, explicó el director del establecimiento Emanuel Viegas.
La delegación del Colegio Técnico N°749 estuvo conformada por los estudiantes Cristian Ramos, Valentín Reales, Fernanda Sánchez Durán, Ezequiel Sánchez, Estefanía Barceló, Morena Alvarado, Jacobo Rodríguez y David Centellas quienes estuvieron acompañados por un equipo docente que coordinó la preparación y participación en el evento.
El grupo se organizó según las funciones que establece el reglamento oficial: dos pilotos titulares, un piloto suplente, una piloto mujer, mecánicos, suplentes, banderillero y señalero. “Son muy puntillosos: si alguien entra a boxes y no pertenece al equipo, o si se cometen errores durante la asistencia, se descuentan puntos”, detallaron los responsables.
Desde que recibieron la beca hasta que lograron poner el auto en pista, tuvieron apenas dos meses de trabajo. “Fue una competencia de mucho aprendizaje, dura para los chicos porque trabajaron bajo presión. No es como una feria de ciencias, tiene otra dinámica. Pero sabían lo que estaban haciendo y querían pasar esa prueba técnica, que era su primer gran objetivo”, explicaron.
Además del esfuerzo en boxes, la delegación disfrutó de momentos de integración y esparcimiento. “Nos divertimos mucho, incluso después de las correcciones y ajustes del auto. Estos viajes no son solo competencia: también son oportunidades para conocer, disfrutar y abrir nuevos mundos”, remarcaron.
La participación fue posible gracias a múltiples apoyos institucionales y personales: Comodoro Conocimiento colaboró con el transporte, AMET aportó una ayuda económica para solventar parte de los gastos de alimentación y el grupo Fusión, empresa dedicada a sensores, brindó soporte técnico y logístico. También acompañaron egresados y colaboradores voluntarios quienes asistieron a los estudiantes durante la competencia. “Sin ese apoyo, no hubiéramos podido estar presentes. Es justo reconocer a todos los que pusieron su granito de arena”, subrayaron los docentes, que ya piensan en repetir la experiencia el próximo año.
Experiencia colectiva
Entre los participantes, Estefanía Barceló destacó la vivencia colectiva del grupo. “Para mí y mis compañeros fue todo muy hermoso, una experiencia muy bonita. Tuve la oportunidad de participar con un gran equipo”, expresó.
Durante los preparativos, los estudiantes trabajaron con un cronograma claro de tareas que abarcó todas las áreas del proyecto. “Al principio teníamos asignadas las funciones y, cuando terminamos, buscábamos otras o ayudamos a los que todavía no habían finalizado, ya sea en dirección, suspensión, planos o carrocería”, dijo sobre la dinámica interna del grupo.
El viaje a Entre Ríos también fue posible gracias al apoyo de distintas instituciones y al esfuerzo propio del grupo. Parte de los gastos se cubrieron con la venta de rifas y el aporte de la cooperadora escolar. “Fue una experiencia increíble que nos unió como grupo y que queremos repetir”, señaló Estefanía, quien ya piensa en el futuro del proyecto: “Queremos mejorar el auto para poder seguir progresando y volver el año que viene”.