Sarna ovina: calculan unos 100 mil animales afectados en Chubut
Desde el SENASA explicaron que la medida se adoptó tras la aparición de nuevos focos en la provincia y ante la posibilidad de que se contagien departamentos que hoy no tienen problemas y donde la cantidad de ovinos es muy importante.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria emitió una nueva resolución ante el recrudecimiento de la sarna ovina en Chubut, una enfermedad parasitaria que genera graves pérdidas productivas y, en algunos casos, la muerte de animales.
En Jornada Radio, Germán Rezanowicz, responsable del organismo en Comodoro Rivadavia, explicó que la medida fue adoptada tras la aparición de nuevos focos. “Teníamos focos activos en la parte noroeste de la provincia, pero aparecieron focos nuevos. Ante la posibilidad de que se contagien departamentos que hoy no tienen problemas y donde la cantidad de ovinos es muy importante, se tomó esta medida”, señaló.
Rezanowicz detalló que la sarna ovina, causada por Psoroptes ovis, es una enfermedad sumamente pruriginosa y agresiva, que afecta directamente el bienestar y la productividad de los animales. “No solo genera pérdidas en la lana porque destruye el vellón, sino también pérdidas en kilos. El animal se desmejora mucho porque está permanentemente incómodo y, en algunos casos, hemos constatado muertes”.
El brote actual presenta una virulencia mayor a la registrada en años anteriores. “Estamos ante un Psoroptes ovis bastante importante en cuanto a lo que afecta a la fisiología del animal. Es absolutamente voraz”, remarcó.
Actualmente, no existe un tratamiento preventivo eficaz contra la enfermedad. “Es una enfermedad parasitaria que se contagia por contacto. Hoy no hay ningún producto que tenga una eficacia del 100%. Las ivermectinas, que antes eran nuestro caballito de batalla, ya no tienen la eficacia necesaria”, explicó.
La única alternativa terapéutica viable es el tratamiento curativo mediante baños por inmersión. “El único tratamiento efectivo hoy son las balneaciones por inmersión, con dos baños utilizando un producto específico. Es volver casi cuarenta años atrás en el manejo sanitario”, afirmó.
De acuerdo a la resolución vigente, los focos detectados se concentran en los departamentos Cushamen, Gastre, Telsen, Mártires, Languiñeo, Gaiman y Paso de Indios.
Consultado sobre la cantidad de animales comprometidos, Rezanowicz fue prudente. “El total del rodeo de esos focos ronda los 100.000 animales, pero en epidemiología esos números se manejan con mucho cuidado. Es una enfermedad que avanza más de lo que quisiéramos”.
El responsable de SENASA advirtió que el brote actual no responde a una estacionalidad marcada. “Si bien históricamente impactaba más cuando la majada estaba junta en invierno, este parásito no mide temporadas: hace daño todo el tiempo”.
Los síntomas pueden aparecer en muy poco tiempo. “Un contagio de un día para otro ya puede mostrar efectos visibles en la majada. Es realmente muy agresiva”, alertó.
Rezanowicz remarcó la importancia de la detección temprana y el aviso inmediato al organismo sanitario. “Ante la mínima duda, pedimos que den aviso al SENASA. Eso nos permite evaluar si se trata o no de la enfermedad y actuar lo antes posible para evitar daños mayores”.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria emitió una nueva resolución ante el recrudecimiento de la sarna ovina en Chubut, una enfermedad parasitaria que genera graves pérdidas productivas y, en algunos casos, la muerte de animales.
En Jornada Radio, Germán Rezanowicz, responsable del organismo en Comodoro Rivadavia, explicó que la medida fue adoptada tras la aparición de nuevos focos. “Teníamos focos activos en la parte noroeste de la provincia, pero aparecieron focos nuevos. Ante la posibilidad de que se contagien departamentos que hoy no tienen problemas y donde la cantidad de ovinos es muy importante, se tomó esta medida”, señaló.
Rezanowicz detalló que la sarna ovina, causada por Psoroptes ovis, es una enfermedad sumamente pruriginosa y agresiva, que afecta directamente el bienestar y la productividad de los animales. “No solo genera pérdidas en la lana porque destruye el vellón, sino también pérdidas en kilos. El animal se desmejora mucho porque está permanentemente incómodo y, en algunos casos, hemos constatado muertes”.
El brote actual presenta una virulencia mayor a la registrada en años anteriores. “Estamos ante un Psoroptes ovis bastante importante en cuanto a lo que afecta a la fisiología del animal. Es absolutamente voraz”, remarcó.
Actualmente, no existe un tratamiento preventivo eficaz contra la enfermedad. “Es una enfermedad parasitaria que se contagia por contacto. Hoy no hay ningún producto que tenga una eficacia del 100%. Las ivermectinas, que antes eran nuestro caballito de batalla, ya no tienen la eficacia necesaria”, explicó.
La única alternativa terapéutica viable es el tratamiento curativo mediante baños por inmersión. “El único tratamiento efectivo hoy son las balneaciones por inmersión, con dos baños utilizando un producto específico. Es volver casi cuarenta años atrás en el manejo sanitario”, afirmó.
De acuerdo a la resolución vigente, los focos detectados se concentran en los departamentos Cushamen, Gastre, Telsen, Mártires, Languiñeo, Gaiman y Paso de Indios.
Consultado sobre la cantidad de animales comprometidos, Rezanowicz fue prudente. “El total del rodeo de esos focos ronda los 100.000 animales, pero en epidemiología esos números se manejan con mucho cuidado. Es una enfermedad que avanza más de lo que quisiéramos”.
El responsable de SENASA advirtió que el brote actual no responde a una estacionalidad marcada. “Si bien históricamente impactaba más cuando la majada estaba junta en invierno, este parásito no mide temporadas: hace daño todo el tiempo”.
Los síntomas pueden aparecer en muy poco tiempo. “Un contagio de un día para otro ya puede mostrar efectos visibles en la majada. Es realmente muy agresiva”, alertó.
Rezanowicz remarcó la importancia de la detección temprana y el aviso inmediato al organismo sanitario. “Ante la mínima duda, pedimos que den aviso al SENASA. Eso nos permite evaluar si se trata o no de la enfermedad y actuar lo antes posible para evitar daños mayores”.