Miles de evacuados por un tifón en Filipinas

Alrededor de 41.000 personas fueron ubicadas en los campamentos de evacuados levantados por el Gobierno de Filipinas ante el paso del tifón "Bopha".

04 DIC 2012 - 10:39 | Actualizado

"Pablo", el nombre local que le pusieron los meteorólogos filipinos, entró ayer por la isla de Mindanao, en el sur del país, con vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora y copiosas lluvias y atravesará el archipiélago filipino de este a oeste, si no varía su rumbo actual, indicó el servicio meteorológico filipino (Pagasa).

De acuerdo con el último boletín de la oficina de Defensa Civil de Filipinas, unas 41.000 personas se instalaron en los 1.000 refugios levantados por el Gobierno en la isla de Mindanao, remarcando que aún no se informó de posibles víctimas mortales.

Las escuelas de las provincias sureñas permanecen cerradas, mientras unos 80 vuelos fueron cancelados en todo el país y miles de personas quedaron atrapadas en los puertos tras la orden de la guardia costera de que el servicio de ferry permanezca suspendido.

El presidente filipino, Benigno Aquino, remarcó la fuerza del tifón a su paso por el país, "el potencial destructivo de Bopha no es cosa de risa. Se espera que este tifón sea el más fuerte en golpear a nuestro país este año", declaró en una rueda de prensa emitida por la televisión estatal.

Los habitantes de las poblaciones costeras y montañosas fueron advertidos de la posibilidad de inundaciones y deslizamientos de tierra.

"Bopha", acompañado por ráfagas de hasta 210 kilómetros por hora, cerró la temporada de tifones en Filipinas, estación que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.

Unas 180 personas perdieron la vida en el archipiélago filipino durante el mes de agosto tras el paso de varios huracanes y depresiones tropicales que inundaron durante dos días el 60 por ciento de Manila, según despacho de EFE.

Además, las inundaciones causaron más de 3 millones de afectados y tuvieron un fuerte costo económico por los destrozos en las infraestructuras y los daños a la agricultura.

04 DIC 2012 - 10:39

"Pablo", el nombre local que le pusieron los meteorólogos filipinos, entró ayer por la isla de Mindanao, en el sur del país, con vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora y copiosas lluvias y atravesará el archipiélago filipino de este a oeste, si no varía su rumbo actual, indicó el servicio meteorológico filipino (Pagasa).

De acuerdo con el último boletín de la oficina de Defensa Civil de Filipinas, unas 41.000 personas se instalaron en los 1.000 refugios levantados por el Gobierno en la isla de Mindanao, remarcando que aún no se informó de posibles víctimas mortales.

Las escuelas de las provincias sureñas permanecen cerradas, mientras unos 80 vuelos fueron cancelados en todo el país y miles de personas quedaron atrapadas en los puertos tras la orden de la guardia costera de que el servicio de ferry permanezca suspendido.

El presidente filipino, Benigno Aquino, remarcó la fuerza del tifón a su paso por el país, "el potencial destructivo de Bopha no es cosa de risa. Se espera que este tifón sea el más fuerte en golpear a nuestro país este año", declaró en una rueda de prensa emitida por la televisión estatal.

Los habitantes de las poblaciones costeras y montañosas fueron advertidos de la posibilidad de inundaciones y deslizamientos de tierra.

"Bopha", acompañado por ráfagas de hasta 210 kilómetros por hora, cerró la temporada de tifones en Filipinas, estación que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.

Unas 180 personas perdieron la vida en el archipiélago filipino durante el mes de agosto tras el paso de varios huracanes y depresiones tropicales que inundaron durante dos días el 60 por ciento de Manila, según despacho de EFE.

Además, las inundaciones causaron más de 3 millones de afectados y tuvieron un fuerte costo económico por los destrozos en las infraestructuras y los daños a la agricultura.


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