“Estoy seguro que ahora van a venir por mí”, dice el policía Martínez

Es el efectivo que denunció a la banda de los poliladron que intentaron robar el cajero de Pirámides. Le habían ofrecido dinero para colaborar pero lo rechazó y lo contó a sus superiores. Por esa denuncia se evitó el robo y fueron detenidos. Pero ahora todos recuperaron la liberta por un cambio de carátula.

22 JUN 2013 - 22:32 | Actualizado

“Estoy seguro que ahora van a venir por mi”.Enrique Daniel Martínez siente que su vida está en peligro. Fue el policía que en 2011 denunció a la banda de los poliladron que intentaron robar el cajero automático de Puerto Pirámides. Fueron detenidos y condenados. Pero un cambio de carátula los dejó libres a todos. Martínez tiene 53 años y ya no trabaja en la policía. El primero de mayo pasado cumplió los 30 años de servicio y comenzó los trámites para la jubilación. Trabaja haciendo adicionales en empresas del sur de la provincia. Y está esperando que el Estado cumpla con la promesa que le hizo cuando realizó la denuncia: adjudicarle una vivienda. Ayer se reunió con el gobernador Martín Buzzi quien asumió ese compromiso.

-No niego que tengo miedo. Pero más por mi familia que por mi. Me siguen amenazando, recibo mensajes como “sabemos donde trabaja tu mujer” o “conocemos la escuela donde vas tus hijos”. Así no se puede vivir.

-Qué pensó cuando recibió la noticia que todos quedaron en libertad?

-Muchas cosas. Pero fundamentalmente que ahora, van a venir por mi. Por eso necesito protección. Cuando camino por la calle miro para todos lados y casi siempre uso chaleco antibalas. Yo pregunto ¿se puede vivir así?. Claro que no, es desesperante. Pero además pienso continuamente en los míos. Ellos están en el mismo lugar y yo quiero reunirme lo antes posible.

-Y cómo piensa seguir?

-La verdad es que no se cómo enfrentarme a todo esto. Ellos cometieron una equivocación. Yo no la cometí. Sólo me limité a informar lo que pasaba. Ellos fueron presos por el error que cometieron, pero ahora están libres. Y la verdad no se cómo pueden reaccionar.

-Pensó en irse de la provincia?

-La verdad que si, es algo que da vueltas en mi cabeza. Primero quiero terminar los trámites por mi retiro. Y ver que pasa con el tema de la casa. Después vamos a decidir con mi familia porque ellos también viven con miedo. Y no sólo por lo que puedan hacer los policías que quedaron libres. También por los otros integrantes de la banda.

-Cómo vivió todo este tiempo, desde que hizo la denuncia y la banda fue detenida?

-Me mantuve firme en mi decisión, nunca me arrepentí porque estoy convencido que hice lo correcto. Pasé momentos muy amargos pero en aquel tiempo pensé que estaba en juego mi carrera. Y que lo mejor que podía hacer era denunciar. No quería tirar por la borda 30 años de servicio. Por eso cuando me ofrecieron plata para colaborar con el robo les dije que no y decidí denunciar la maniobra.

-Recibió apoyo de la fuerza?

-Si y lo agradezco. Me llamó el jefe de policía y también muchos camaradas. Pero yo se que hay algunos que no lo dicen pero piensan que soy un “buchón”. Yo les digo que soy un policía. Que no se puede calificar a los policías como buenos o malos. Cuando te ponés el uniforme estás de un lado. No hay medias tintas. Así me lo enseñaron a mi y también a mis hermanas que también son policías. Cuando te convertís en un delincuente ya no hay vuelta atrás.

-Crees que la justicia se equivocó?.

-Yo respeto a la justicia aunque no esté de acuerdo con el fallo. Lo único que puedo decir es que arriesgué mi vida y la de mi familia para cumplir con mi deber. Cualquiera que se sienta policía hubiera hecho lo mismo. Ahora tengo que pensar que aquellos a los que denuncié que fueron presos y condenados, están libres. Mi temor es justificado por las amenazas que recibí durante todo este tiempo. Yo quiero vivir en paz, tranquilo. No pido otra cosa. A veces creo que al final de esta historia el condenado voy a ser yo.

Martínez tiene 3 hijos: Natanael de 15 años, Israel de 11 y Juliana de 6. Su esposa Rosa trabaja para colaborar con los gastos de la casa. Ellos están en Pirámides. Ya no viven en un galpón sino en una casa que está detrás de la comisaría. La casa es prestada. El policía (que fue ascendido a suboficial mayor) se fue a trabajar al sur de la provincia por seguridad. Hoy realiza adicionales y gana unos 7 mil pesos que envía a su casa para la mantención de su familia. Quiere estar otra vez con ellos y por eso va a luchar.

-Mi mujer Rosa cumpleaños mañana (por hoy 23 de junio). Piensen que día va a pasar. Pero así con toda la tristeza y el temor vamos a estar todos juntos. Y la seguiremos peleando como hasta ahora.

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22 JUN 2013 - 22:32

“Estoy seguro que ahora van a venir por mi”.Enrique Daniel Martínez siente que su vida está en peligro. Fue el policía que en 2011 denunció a la banda de los poliladron que intentaron robar el cajero automático de Puerto Pirámides. Fueron detenidos y condenados. Pero un cambio de carátula los dejó libres a todos. Martínez tiene 53 años y ya no trabaja en la policía. El primero de mayo pasado cumplió los 30 años de servicio y comenzó los trámites para la jubilación. Trabaja haciendo adicionales en empresas del sur de la provincia. Y está esperando que el Estado cumpla con la promesa que le hizo cuando realizó la denuncia: adjudicarle una vivienda. Ayer se reunió con el gobernador Martín Buzzi quien asumió ese compromiso.

-No niego que tengo miedo. Pero más por mi familia que por mi. Me siguen amenazando, recibo mensajes como “sabemos donde trabaja tu mujer” o “conocemos la escuela donde vas tus hijos”. Así no se puede vivir.

-Qué pensó cuando recibió la noticia que todos quedaron en libertad?

-Muchas cosas. Pero fundamentalmente que ahora, van a venir por mi. Por eso necesito protección. Cuando camino por la calle miro para todos lados y casi siempre uso chaleco antibalas. Yo pregunto ¿se puede vivir así?. Claro que no, es desesperante. Pero además pienso continuamente en los míos. Ellos están en el mismo lugar y yo quiero reunirme lo antes posible.

-Y cómo piensa seguir?

-La verdad es que no se cómo enfrentarme a todo esto. Ellos cometieron una equivocación. Yo no la cometí. Sólo me limité a informar lo que pasaba. Ellos fueron presos por el error que cometieron, pero ahora están libres. Y la verdad no se cómo pueden reaccionar.

-Pensó en irse de la provincia?

-La verdad que si, es algo que da vueltas en mi cabeza. Primero quiero terminar los trámites por mi retiro. Y ver que pasa con el tema de la casa. Después vamos a decidir con mi familia porque ellos también viven con miedo. Y no sólo por lo que puedan hacer los policías que quedaron libres. También por los otros integrantes de la banda.

-Cómo vivió todo este tiempo, desde que hizo la denuncia y la banda fue detenida?

-Me mantuve firme en mi decisión, nunca me arrepentí porque estoy convencido que hice lo correcto. Pasé momentos muy amargos pero en aquel tiempo pensé que estaba en juego mi carrera. Y que lo mejor que podía hacer era denunciar. No quería tirar por la borda 30 años de servicio. Por eso cuando me ofrecieron plata para colaborar con el robo les dije que no y decidí denunciar la maniobra.

-Recibió apoyo de la fuerza?

-Si y lo agradezco. Me llamó el jefe de policía y también muchos camaradas. Pero yo se que hay algunos que no lo dicen pero piensan que soy un “buchón”. Yo les digo que soy un policía. Que no se puede calificar a los policías como buenos o malos. Cuando te ponés el uniforme estás de un lado. No hay medias tintas. Así me lo enseñaron a mi y también a mis hermanas que también son policías. Cuando te convertís en un delincuente ya no hay vuelta atrás.

-Crees que la justicia se equivocó?.

-Yo respeto a la justicia aunque no esté de acuerdo con el fallo. Lo único que puedo decir es que arriesgué mi vida y la de mi familia para cumplir con mi deber. Cualquiera que se sienta policía hubiera hecho lo mismo. Ahora tengo que pensar que aquellos a los que denuncié que fueron presos y condenados, están libres. Mi temor es justificado por las amenazas que recibí durante todo este tiempo. Yo quiero vivir en paz, tranquilo. No pido otra cosa. A veces creo que al final de esta historia el condenado voy a ser yo.

Martínez tiene 3 hijos: Natanael de 15 años, Israel de 11 y Juliana de 6. Su esposa Rosa trabaja para colaborar con los gastos de la casa. Ellos están en Pirámides. Ya no viven en un galpón sino en una casa que está detrás de la comisaría. La casa es prestada. El policía (que fue ascendido a suboficial mayor) se fue a trabajar al sur de la provincia por seguridad. Hoy realiza adicionales y gana unos 7 mil pesos que envía a su casa para la mantención de su familia. Quiere estar otra vez con ellos y por eso va a luchar.

-Mi mujer Rosa cumpleaños mañana (por hoy 23 de junio). Piensen que día va a pasar. Pero así con toda la tristeza y el temor vamos a estar todos juntos. Y la seguiremos peleando como hasta ahora.


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