Papaleo ingresó a las 10 al Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal 10, a cargo de Julián Ercolini, ubicado en el cuarto piso de los tribunales de Comodoro Py, acompañado por el subsecretario de Protección de Derechos Humanos de la Nación, Luis Alen.
El magistrado investiga si los directivos de los diarios Clarín, Héctor Magnetto; La Nación, Bartolomé Mitre; y La Razón, Patricio Peralta Ramos; se apropiaron de Papel Prensa en una maniobra delictiva con complicidad del gobierno de facto presidido por el dictador Jorge Rafael Videla.
Consultado por radio América, antes de ingresar a los Tribunales, el hermano de la viuda de Graiver sostuvo que la declaración de hoy "es un paso más en la causa para el esclarecimiento de las acciones de Papel Prensa" que fueron adquiridas por los dueños de los diarios Clarín, La Nación y La Razón.
El secretario de Información Pública del gobierno de María Estela Martínez de Perón reiteró lo anticipado a Télam ayer y relató su experiencia cuando en abril de 1977 la revista Somos publicó que él había presentado a su hermana al grupo Montoneros".
"En esos momentos con parte de la familia Graiver secuestrada, era un hecho muy grave que me obligó a enviar una carta documento a la editorial Atlántida exigiendo que se rectifique".
Cuatro horas después, Papaleo recibió en su casa a Rogelio Frigerio (dirigente desarrollista vinculado en los `70 con el Grupo Clarín) y a Bernardo Sofovich, abogado del diario, y le advirtieron "en forma amistosa" que a la noche iba a ser detenido.
"No se equivocaron. A la noche, policías no identificados del grupo (de Ramón) Camps me detienen, me llevan al centro clandestino Puesto Vasco, me torturan y al otro día me interroga el comisario Darío Rojas, quien me hace firmar una declaración y lo curioso fue que vi el original de la carta documento sobre su escritorio", relató.
Para Papaleo, esos dos hechos "son prueba de la relación estrecha de los grupos mediáticos con la dictadura".
"Hubo una convivencia muy abierta a cambio de algo. No fue gratuito ni biológico. Clarín, La Nación y otros grupos periodísticos colaboraron con la dictadura a cambio de beneficios económicos, como en el caso del traspaso de acciones de Papel Prensa que pertenecían al grupo Graiver".
Papaleo estuvo nueve meses secuestrado en Puesto Vasco y relató que tras su liberación fue visitado por Sofovich quien le explicaba cómo iba a ser el traspaso de acciones dejando afuera a la heredera del grupo, la hija de David Graiver y Lidia Papaleo.
"El precio vil de la venta de Papel Prensa está a la vista, pero después de eso está la pregunta de por qué venden una empresa de esa envergadura a ese precio si no es cometiendo delitos de lesa humanidad", dijo Papaleo.
Papaleo ingresó a las 10 al Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal 10, a cargo de Julián Ercolini, ubicado en el cuarto piso de los tribunales de Comodoro Py, acompañado por el subsecretario de Protección de Derechos Humanos de la Nación, Luis Alen.
El magistrado investiga si los directivos de los diarios Clarín, Héctor Magnetto; La Nación, Bartolomé Mitre; y La Razón, Patricio Peralta Ramos; se apropiaron de Papel Prensa en una maniobra delictiva con complicidad del gobierno de facto presidido por el dictador Jorge Rafael Videla.
Consultado por radio América, antes de ingresar a los Tribunales, el hermano de la viuda de Graiver sostuvo que la declaración de hoy "es un paso más en la causa para el esclarecimiento de las acciones de Papel Prensa" que fueron adquiridas por los dueños de los diarios Clarín, La Nación y La Razón.
El secretario de Información Pública del gobierno de María Estela Martínez de Perón reiteró lo anticipado a Télam ayer y relató su experiencia cuando en abril de 1977 la revista Somos publicó que él había presentado a su hermana al grupo Montoneros".
"En esos momentos con parte de la familia Graiver secuestrada, era un hecho muy grave que me obligó a enviar una carta documento a la editorial Atlántida exigiendo que se rectifique".
Cuatro horas después, Papaleo recibió en su casa a Rogelio Frigerio (dirigente desarrollista vinculado en los `70 con el Grupo Clarín) y a Bernardo Sofovich, abogado del diario, y le advirtieron "en forma amistosa" que a la noche iba a ser detenido.
"No se equivocaron. A la noche, policías no identificados del grupo (de Ramón) Camps me detienen, me llevan al centro clandestino Puesto Vasco, me torturan y al otro día me interroga el comisario Darío Rojas, quien me hace firmar una declaración y lo curioso fue que vi el original de la carta documento sobre su escritorio", relató.
Para Papaleo, esos dos hechos "son prueba de la relación estrecha de los grupos mediáticos con la dictadura".
"Hubo una convivencia muy abierta a cambio de algo. No fue gratuito ni biológico. Clarín, La Nación y otros grupos periodísticos colaboraron con la dictadura a cambio de beneficios económicos, como en el caso del traspaso de acciones de Papel Prensa que pertenecían al grupo Graiver".
Papaleo estuvo nueve meses secuestrado en Puesto Vasco y relató que tras su liberación fue visitado por Sofovich quien le explicaba cómo iba a ser el traspaso de acciones dejando afuera a la heredera del grupo, la hija de David Graiver y Lidia Papaleo.
"El precio vil de la venta de Papel Prensa está a la vista, pero después de eso está la pregunta de por qué venden una empresa de esa envergadura a ese precio si no es cometiendo delitos de lesa humanidad", dijo Papaleo.