El gobierno portugués lleva días lidiando con las llamas de los 268 focos de incendio que contabilizó solo este sábado, lo que se ha convertido en un récord, y el enorme despliegue -más de 6.550 bomberos- para hacerle frente. Tal situación ha llevado a las autoridades a pedir ahora refuerzos a la Unión Europea (UE).
Por segunda vez, este verano las autoridades solicitaron ayuda a través del mecanismo europeo de protección civil "por una cuestión de prudencia", explicó la ministra de Administración Interna lusa, Constança Urbano de Sousa, según publicó la agencia EFE.
"La situación no es fácil, hemos tenido muchos focos de incendio", dijo hoy la ministra a medios locales, a los que indicó que las previsiones meteorológicas para los próximos dos o tres días "no son optimistas".
Según la portavoz de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), Patrícia Gaspar, "el 90 por ciento de los incendios" registrados el sábado "tienen intervención humana, sea de forma intencional o negligente", por lo que reiteró los llamados a la población a no realizar fogatas en territorio rural.
Portugal amaneció ayer con doce incendios activos que al comenzar la tarde ascendieron a veinte, siendo especialmente grave la situación en el norte y centro del país.
Los distritos del centro del país son los que más medios concentran, en total más de 1.000 bomberos apoyados por 306 vehículos y 17 medios aéreos, a los que se le unieron otros 122 medios terrestres y 7 aéreos, como parte de la ayuda española.
Los equipos españoles llevan consigo dos autobombas forestales pesadas, vehículos especialmente diseñados para la lucha contra los incendios forestales y también dos vehículos de apoyo logístico, una UVI móvil, dos módulos de la Unidad Militar de Emergencias y dos aviones enviados por parte del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de España.
La evolución de las llamas en las últimas horas provocaron también la evacuación de alrededor de un centenar de personas en varias localidades repartidas por el país, así como el corte de autopistas y rutas.
El gobierno portugués lleva días lidiando con las llamas de los 268 focos de incendio que contabilizó solo este sábado, lo que se ha convertido en un récord, y el enorme despliegue -más de 6.550 bomberos- para hacerle frente. Tal situación ha llevado a las autoridades a pedir ahora refuerzos a la Unión Europea (UE).
Por segunda vez, este verano las autoridades solicitaron ayuda a través del mecanismo europeo de protección civil "por una cuestión de prudencia", explicó la ministra de Administración Interna lusa, Constança Urbano de Sousa, según publicó la agencia EFE.
"La situación no es fácil, hemos tenido muchos focos de incendio", dijo hoy la ministra a medios locales, a los que indicó que las previsiones meteorológicas para los próximos dos o tres días "no son optimistas".
Según la portavoz de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), Patrícia Gaspar, "el 90 por ciento de los incendios" registrados el sábado "tienen intervención humana, sea de forma intencional o negligente", por lo que reiteró los llamados a la población a no realizar fogatas en territorio rural.
Portugal amaneció ayer con doce incendios activos que al comenzar la tarde ascendieron a veinte, siendo especialmente grave la situación en el norte y centro del país.
Los distritos del centro del país son los que más medios concentran, en total más de 1.000 bomberos apoyados por 306 vehículos y 17 medios aéreos, a los que se le unieron otros 122 medios terrestres y 7 aéreos, como parte de la ayuda española.
Los equipos españoles llevan consigo dos autobombas forestales pesadas, vehículos especialmente diseñados para la lucha contra los incendios forestales y también dos vehículos de apoyo logístico, una UVI móvil, dos módulos de la Unidad Militar de Emergencias y dos aviones enviados por parte del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de España.
La evolución de las llamas en las últimas horas provocaron también la evacuación de alrededor de un centenar de personas en varias localidades repartidas por el país, así como el corte de autopistas y rutas.