“Cuando tuve Covid hubiese preferido ser un analfabeto de la medicina”

El testimonio del doctor Pedro Estigarribia. Dijo que para un trabajador de la salud “el sufrimiento es doble porque tiene idea de lo que le va a pasar”. Y que se piensa “mucho más en la muerte”. Tardó tres meses en superar la enfermedad. Trabaja en el Hospital de Trelew. Su esposa también se contagió.

16 ENE 2021 - 20:44 | Actualizado

Por Carlos Guajardo, especial para Jornada

La frase del doctor Pedro Estigarribia, define por lo que pasó: “Ser médico y tener Covid es como un doble sufrimiento”, dijo. Le tocó pasar por la enfermedad siendo un profesional de la salud y por eso comprendía mucho mejor que cualquier otro paciente lo que podía pasarle. “Teniendo conocimiento del tema uno siempre piensa en lo que peor. Por no decir que piensa más en la muerte”, agregó. “Me gustaría ser un analfabeto en la medicina en esta instancia donde uno comienza con el proceso. Y uno de conocer, de leer, de escuchar sabe bien cuales pueden ser las complicaciones, tiene conocimiento de las probabilidades. Y entonces el ser paciente en esa instancia asusta un poco más. Pero afortunadamente pudimos pasar esa instancia difícil y luego uno pasa a valorar y ver las cosas desde otro punto de vista. Comienza a tener otra mirada”,

Trabaja en el Hospital Zonal de Trelew, donde presta servicios en el Área Programática. Estuvo tres meses para superar la enfermedad. Su esposa Miriam Ojeda, que también es médica se contagió pero superó el coronavirus sin tantas complicaciones. Tras el alta, ambos volvieron a la “trinchera” de la lucha con la pandemia. Cuando Jornada realizó la entrevista, cumplían 21 años de casado. Y 30 de estar juntos. Ambos son médicos generalistas. “Es una gran compañera. Y una mejor madre. Siempre me acompaña. Ella es una mujer de muy bajo perfil”.

El médico agregó que “al tener conocimiento de medicina ante estas cosas uno piensa más en la muerte que gente que no se dedica a la medicina. Seguro que habrán escuchado muchas veces que cuando el hijo del médico tiene un resfrío uno cree que va a terminar siendo una neumonía, se cayó de la bicicleta y la herida que se le hizo se le va a infectar y a correr riesgos. Cosas que el común de la gente no lo tiene presente, agregó el médico en diálogo con este diario.

Pedro hizo un breve resumen de la historia personal de la familia. El matrimonio es oriundo de Corrientes. Llegaron a Chubut en 2006 como médicos rurales. Estuvieron un año en la pequeña localidad de Gan Gan, en plena meseta chubutense. Después, cinco años en Paso de Indios. Hasta que en 2013 se radicaron en Trelew. Tienen dos hijas de 18 y 10 años. “Afortunadamente ellas no se contagiaron”, agregó Estigarribia. Y dijo que “dejamos la ruralidad para que nuestras hijas puedan estar en un lugar donde tengan mayores posibilidades de formarse. No digo que en las zonas rurales no las haya. Pero aquí hay más chances”.

El “recorrido” del médico incluyó internación en terapia intensiva con respirador durante 15 días, después sala común y finalmente internación domiciliaria. Desde el 10 de octubre hasta el 4 de enero en que pudo volver a trabajar en el hospital. El alta la recibió el 23 de diciembre pero debió esperar unos días más para volver a tener una vida “normal”.

“Me contagié en una reunión que tuvimos en el hospital. Una compañera regresó un fin de semana y dijo que se había sentido mal. Se fue a hacer un testeo y le dio positivo de Covid. Entonces, todos los que estuvimos con ella nos aislamos. Yo me sentía bien al principio, sólo algún dolor muscular. Pero todo se precipitó en solo 24 horas.”

Y continuó: “A mí me explicaron lo que tenía cuando ingresé a la guardia del hospital. Me dijeron el deterioro que sufrió después mi salud. Entonces, empecé a pensar lo peor. “No sabes si vas a pasar”, me dije. Aunque esta enfermedad lamentablemente te da la sensación de que estás bien. No tenés un deterioro inmediato como en una neumonía por ejemplo que empezás con fiebre, decaimiento. De sentirme bien a pesar de saber que estaba contagiado mi vida pasó a depender del oxígeno. No podía desprenderme del tubo si quería seguir viviendo”.

El médico aclaró que “no tenía ninguna patología de base. Tal vez estaba un poco excedido de peso pero tampoco tenía una obesidad mórbida como para pensar que podía haber sido un motivo de la complicación”.

Contó que “comencé con un aislamiento por ser contacto estrecho de un caso positivo. Al noveno día empecé con síntomas como dolores musculares y articulares. Después tuve un par de días en los que tuve una mejoría asi que pensé que lo iba a superar sin problemas. Pero volvieron los síntomas más agudos y lo que había pensado que era una mejoría, era todo lo contrario. Tal vez menosprecié la enfermedad pero eso lo digo hoy con el diario del lunes. Y entonces en 24 horas pasé a estar con el oxígeno”.

“También pensé que sintiéndome bien para que voy a ir a molestar a mis compañeros que están a full trabajando en el hospital todos los días. Eso fue desde el desconocimiento de la sensación de sentirme bien. Pero vino el deterioro y comenzó a complicarse el cuadro”.

“El 10 de octubre comencé con el aislamiento por ser contacto estrecho. Alrededor de una semana después comencé con síntomas. El 26 de octubre ingresé a la guardia del Hospital donde me hicieron los estudios y se comprobó que los parámetros se habían modificado para mal. Y allí fue cuando ingresé a terapia intensiva con asistencia respiratoria. Hasta el 10 de noviembre estuve con el tubo. Me pasan luego a la terapia del sanatorio Trelew donde estuve cinco días más hasta pasar a una sala común. El 19 sigo con internación domiciliaria hasta el 23 de diciembre. Y vuelvo a trabajar el 4 de enero”. Este es en detalle, el tránsito por la pandemia que está complicando al mundo.

Estigarribia dijo que “cuando desperté de la terapia, de vivir gracias al oxígeno me encontré con un montón de mensajes de gente que me dieron mucha energía. Ganas de recuperarme y de volver al hospital. Trabajo en el área programática, tenemos cinco hospitales rurales a cargo, además del de Trelew y el de Rawson. Lo que me pasó hizo que reflexionara sobre muchas cosas. Ahora quiero seguir trabajando para ayudar a que la gente pueda superar este virus. Esta enfermedad no tiene parámetros. Tal vez una persona que tiene enfermedades de base como diabetes, hipertensión o es fumadora supera el trance fácilmente. Yo no tenía nada. Solo estaba un poco excedido de peso. Pero no era una obesidad mórbida. Y sin embargo la recuperación me llevó tres meses. Hay que respetar este virus, hay que cuidarse. Es la única manera en que podamos vencerlo algún día”, dijo finalmente.

16 ENE 2021 - 20:44

Por Carlos Guajardo, especial para Jornada

La frase del doctor Pedro Estigarribia, define por lo que pasó: “Ser médico y tener Covid es como un doble sufrimiento”, dijo. Le tocó pasar por la enfermedad siendo un profesional de la salud y por eso comprendía mucho mejor que cualquier otro paciente lo que podía pasarle. “Teniendo conocimiento del tema uno siempre piensa en lo que peor. Por no decir que piensa más en la muerte”, agregó. “Me gustaría ser un analfabeto en la medicina en esta instancia donde uno comienza con el proceso. Y uno de conocer, de leer, de escuchar sabe bien cuales pueden ser las complicaciones, tiene conocimiento de las probabilidades. Y entonces el ser paciente en esa instancia asusta un poco más. Pero afortunadamente pudimos pasar esa instancia difícil y luego uno pasa a valorar y ver las cosas desde otro punto de vista. Comienza a tener otra mirada”,

Trabaja en el Hospital Zonal de Trelew, donde presta servicios en el Área Programática. Estuvo tres meses para superar la enfermedad. Su esposa Miriam Ojeda, que también es médica se contagió pero superó el coronavirus sin tantas complicaciones. Tras el alta, ambos volvieron a la “trinchera” de la lucha con la pandemia. Cuando Jornada realizó la entrevista, cumplían 21 años de casado. Y 30 de estar juntos. Ambos son médicos generalistas. “Es una gran compañera. Y una mejor madre. Siempre me acompaña. Ella es una mujer de muy bajo perfil”.

El médico agregó que “al tener conocimiento de medicina ante estas cosas uno piensa más en la muerte que gente que no se dedica a la medicina. Seguro que habrán escuchado muchas veces que cuando el hijo del médico tiene un resfrío uno cree que va a terminar siendo una neumonía, se cayó de la bicicleta y la herida que se le hizo se le va a infectar y a correr riesgos. Cosas que el común de la gente no lo tiene presente, agregó el médico en diálogo con este diario.

Pedro hizo un breve resumen de la historia personal de la familia. El matrimonio es oriundo de Corrientes. Llegaron a Chubut en 2006 como médicos rurales. Estuvieron un año en la pequeña localidad de Gan Gan, en plena meseta chubutense. Después, cinco años en Paso de Indios. Hasta que en 2013 se radicaron en Trelew. Tienen dos hijas de 18 y 10 años. “Afortunadamente ellas no se contagiaron”, agregó Estigarribia. Y dijo que “dejamos la ruralidad para que nuestras hijas puedan estar en un lugar donde tengan mayores posibilidades de formarse. No digo que en las zonas rurales no las haya. Pero aquí hay más chances”.

El “recorrido” del médico incluyó internación en terapia intensiva con respirador durante 15 días, después sala común y finalmente internación domiciliaria. Desde el 10 de octubre hasta el 4 de enero en que pudo volver a trabajar en el hospital. El alta la recibió el 23 de diciembre pero debió esperar unos días más para volver a tener una vida “normal”.

“Me contagié en una reunión que tuvimos en el hospital. Una compañera regresó un fin de semana y dijo que se había sentido mal. Se fue a hacer un testeo y le dio positivo de Covid. Entonces, todos los que estuvimos con ella nos aislamos. Yo me sentía bien al principio, sólo algún dolor muscular. Pero todo se precipitó en solo 24 horas.”

Y continuó: “A mí me explicaron lo que tenía cuando ingresé a la guardia del hospital. Me dijeron el deterioro que sufrió después mi salud. Entonces, empecé a pensar lo peor. “No sabes si vas a pasar”, me dije. Aunque esta enfermedad lamentablemente te da la sensación de que estás bien. No tenés un deterioro inmediato como en una neumonía por ejemplo que empezás con fiebre, decaimiento. De sentirme bien a pesar de saber que estaba contagiado mi vida pasó a depender del oxígeno. No podía desprenderme del tubo si quería seguir viviendo”.

El médico aclaró que “no tenía ninguna patología de base. Tal vez estaba un poco excedido de peso pero tampoco tenía una obesidad mórbida como para pensar que podía haber sido un motivo de la complicación”.

Contó que “comencé con un aislamiento por ser contacto estrecho de un caso positivo. Al noveno día empecé con síntomas como dolores musculares y articulares. Después tuve un par de días en los que tuve una mejoría asi que pensé que lo iba a superar sin problemas. Pero volvieron los síntomas más agudos y lo que había pensado que era una mejoría, era todo lo contrario. Tal vez menosprecié la enfermedad pero eso lo digo hoy con el diario del lunes. Y entonces en 24 horas pasé a estar con el oxígeno”.

“También pensé que sintiéndome bien para que voy a ir a molestar a mis compañeros que están a full trabajando en el hospital todos los días. Eso fue desde el desconocimiento de la sensación de sentirme bien. Pero vino el deterioro y comenzó a complicarse el cuadro”.

“El 10 de octubre comencé con el aislamiento por ser contacto estrecho. Alrededor de una semana después comencé con síntomas. El 26 de octubre ingresé a la guardia del Hospital donde me hicieron los estudios y se comprobó que los parámetros se habían modificado para mal. Y allí fue cuando ingresé a terapia intensiva con asistencia respiratoria. Hasta el 10 de noviembre estuve con el tubo. Me pasan luego a la terapia del sanatorio Trelew donde estuve cinco días más hasta pasar a una sala común. El 19 sigo con internación domiciliaria hasta el 23 de diciembre. Y vuelvo a trabajar el 4 de enero”. Este es en detalle, el tránsito por la pandemia que está complicando al mundo.

Estigarribia dijo que “cuando desperté de la terapia, de vivir gracias al oxígeno me encontré con un montón de mensajes de gente que me dieron mucha energía. Ganas de recuperarme y de volver al hospital. Trabajo en el área programática, tenemos cinco hospitales rurales a cargo, además del de Trelew y el de Rawson. Lo que me pasó hizo que reflexionara sobre muchas cosas. Ahora quiero seguir trabajando para ayudar a que la gente pueda superar este virus. Esta enfermedad no tiene parámetros. Tal vez una persona que tiene enfermedades de base como diabetes, hipertensión o es fumadora supera el trance fácilmente. Yo no tenía nada. Solo estaba un poco excedido de peso. Pero no era una obesidad mórbida. Y sin embargo la recuperación me llevó tres meses. Hay que respetar este virus, hay que cuidarse. Es la única manera en que podamos vencerlo algún día”, dijo finalmente.


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