El 12 de junio no es una fecha cualquiera para el fútbol argentino: se celebra el Día del Arquero, una jornada instaurada en homenaje a Amadeo Carrizo, leyenda del arco de River Plate y figura revolucionaria del puesto. Carrizo nació un día como hoy en 1926 en Rufino, provincia de Santa Fe, y su legado transformó para siempre el rol del guardameta.
Reconocido por su estilo innovador, Amadeo fue pionero en salir del área para jugar con los pies y participar activamente en la construcción del juego desde el fondo. Su visión cambió los paradigmas del puesto en tiempos donde el arquero era casi exclusivamente un atajador. Su influencia trascendió generaciones y fronteras.
La efeméride fue instaurada por la Federación Argentina de Fútbol en 2011, tras el fallecimiento de Carrizo en 2020, como un modo de reconocer no sólo a este ícono, sino a todos los arqueros del país, desde los que juegan en Primera División hasta quienes defienden el arco en ligas amateurs y divisiones juveniles.
"Ser arquero es tener una valentía especial. Sos el único que no puede cometer errores, y cuando lo hacés, todos lo ven", supo decir Carrizo en una de sus entrevistas más recordadas.
El Día del Arquero es, entonces, una oportunidad para recordar a una figura histórica y para valorar la tarea de quienes, con guantes y reflejos, son capaces de cambiar el destino de un partido.
El 12 de junio no es una fecha cualquiera para el fútbol argentino: se celebra el Día del Arquero, una jornada instaurada en homenaje a Amadeo Carrizo, leyenda del arco de River Plate y figura revolucionaria del puesto. Carrizo nació un día como hoy en 1926 en Rufino, provincia de Santa Fe, y su legado transformó para siempre el rol del guardameta.
Reconocido por su estilo innovador, Amadeo fue pionero en salir del área para jugar con los pies y participar activamente en la construcción del juego desde el fondo. Su visión cambió los paradigmas del puesto en tiempos donde el arquero era casi exclusivamente un atajador. Su influencia trascendió generaciones y fronteras.
La efeméride fue instaurada por la Federación Argentina de Fútbol en 2011, tras el fallecimiento de Carrizo en 2020, como un modo de reconocer no sólo a este ícono, sino a todos los arqueros del país, desde los que juegan en Primera División hasta quienes defienden el arco en ligas amateurs y divisiones juveniles.
"Ser arquero es tener una valentía especial. Sos el único que no puede cometer errores, y cuando lo hacés, todos lo ven", supo decir Carrizo en una de sus entrevistas más recordadas.
El Día del Arquero es, entonces, una oportunidad para recordar a una figura histórica y para valorar la tarea de quienes, con guantes y reflejos, son capaces de cambiar el destino de un partido.