El contador César Vicente Herrera tuvo a su cargo éste relevamiento que determinó aumentos en la mayoría de los cortes de carne y como estrategia a favor de los consumidores, recomendó comprar “de manera selectiva”.
También advirtió que los elementos “necesarios” para una crisis, se advertían desde los meses de septiembre, octubre y noviembre. “El 2.014 no iba a ser un año cualquiera”, adelantó.
El estudio de la canasta familiar incluyó a los supermercados con sede en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly donde se realizó ésta medición con el aporte de estudiantes de la Licenciatura en Economía. En todos los casos se promediaron los precios y se observaron remarcaciones considerables en el lapso de los últimos diez días. “En el caso de la carne los cortes más populares como la nalga, cuadrada y bola de lomo y la carne picada en algunos lugares, tuvieron un incremento mayor que los cortes más caros lo cual nos empieza a dar que en general, la carne subió diez veces su precio con respecto a la salida de la devaluación en el 2.002”. Herrera agregó que en comparación con el salario: “en términos de carne hemos perdido poder adquisitivo ya que el salario formal, real aumentó desde entonces alrededor de 9 veces. En términos del pollo hemos ganado, ya que sólo aumentó el 5,20 por ciento”.
El incremento tuvo altos picos en cuanto a las naftas y especialmente en los materiales de construcción. “Todo eso hace que la devaluación nos haya empobrecido un poco más en estos últimos quince días. Y aquellos que pueden tener un ingreso que se actualice la sortearán mejor. Todos aquellos que trabajamos por un salario fijo, la sortearemos peor y peor aún la pasarán quienes tienen ingresos fijos muy bajos, que están en el mercado informal del trabajo o que directamente carezcan del mismo. Ahí la complicación será mayúscula y el gobierno deberá atender la situación para que haya una verdadera paz social”.
Compras “selectivas”
Sobre la actitud a tomar ante los aumentos, el contador César Herrera recomienda adoptar un criterio nada extremista. “La recomendación es consumir selectivamente. Aquellas cosas que uno ve que han aumentado mucho, dejarlas de consumir hasta que su precio retorne a una senda razonable. No hay que tratar de “ganarle” a la inflación que también es algo que se plantea o pensar en comprar “ahora porque la semana que viene va a estar más caro”. Con eso uno convalida un nuevo piso al que sólo accederán quienes tienen muy buenos sueldos por encima del promedio. Esto es ayudar a consolidar un esquema de precios que es injusto y que tiene mucho de especulación”, recomendó.
“Tampoco –agregó Herrera- hay que ir corriendo al banco. Igual las tasas de interés ya han subido mucho, asociadas a lo que uno supone por mediciones privadas, es la inflación. Si uno logra captar éste dólar de ahorro debe hacerlo con cautela. A nivel microeconómico hay que tratar de no acentuar los incrementos de precios saliendo a consumir todo, sacando toda la plata del banco ya que eso generará un perjuicio”.
Y finalmente con una mirada técnica de la situación define como “funcional y necesaria” según una lógica capitalista. “En eso hay grandes masas que pierden y pocos que ganan. Desde el 2.011 había que corregir un rumbo y plantear un acuerdo de diálogo político más genuino para salirse de un entrampado discursivo”, concluyó.#
El contador César Vicente Herrera tuvo a su cargo éste relevamiento que determinó aumentos en la mayoría de los cortes de carne y como estrategia a favor de los consumidores, recomendó comprar “de manera selectiva”.
También advirtió que los elementos “necesarios” para una crisis, se advertían desde los meses de septiembre, octubre y noviembre. “El 2.014 no iba a ser un año cualquiera”, adelantó.
El estudio de la canasta familiar incluyó a los supermercados con sede en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly donde se realizó ésta medición con el aporte de estudiantes de la Licenciatura en Economía. En todos los casos se promediaron los precios y se observaron remarcaciones considerables en el lapso de los últimos diez días. “En el caso de la carne los cortes más populares como la nalga, cuadrada y bola de lomo y la carne picada en algunos lugares, tuvieron un incremento mayor que los cortes más caros lo cual nos empieza a dar que en general, la carne subió diez veces su precio con respecto a la salida de la devaluación en el 2.002”. Herrera agregó que en comparación con el salario: “en términos de carne hemos perdido poder adquisitivo ya que el salario formal, real aumentó desde entonces alrededor de 9 veces. En términos del pollo hemos ganado, ya que sólo aumentó el 5,20 por ciento”.
El incremento tuvo altos picos en cuanto a las naftas y especialmente en los materiales de construcción. “Todo eso hace que la devaluación nos haya empobrecido un poco más en estos últimos quince días. Y aquellos que pueden tener un ingreso que se actualice la sortearán mejor. Todos aquellos que trabajamos por un salario fijo, la sortearemos peor y peor aún la pasarán quienes tienen ingresos fijos muy bajos, que están en el mercado informal del trabajo o que directamente carezcan del mismo. Ahí la complicación será mayúscula y el gobierno deberá atender la situación para que haya una verdadera paz social”.
Compras “selectivas”
Sobre la actitud a tomar ante los aumentos, el contador César Herrera recomienda adoptar un criterio nada extremista. “La recomendación es consumir selectivamente. Aquellas cosas que uno ve que han aumentado mucho, dejarlas de consumir hasta que su precio retorne a una senda razonable. No hay que tratar de “ganarle” a la inflación que también es algo que se plantea o pensar en comprar “ahora porque la semana que viene va a estar más caro”. Con eso uno convalida un nuevo piso al que sólo accederán quienes tienen muy buenos sueldos por encima del promedio. Esto es ayudar a consolidar un esquema de precios que es injusto y que tiene mucho de especulación”, recomendó.
“Tampoco –agregó Herrera- hay que ir corriendo al banco. Igual las tasas de interés ya han subido mucho, asociadas a lo que uno supone por mediciones privadas, es la inflación. Si uno logra captar éste dólar de ahorro debe hacerlo con cautela. A nivel microeconómico hay que tratar de no acentuar los incrementos de precios saliendo a consumir todo, sacando toda la plata del banco ya que eso generará un perjuicio”.
Y finalmente con una mirada técnica de la situación define como “funcional y necesaria” según una lógica capitalista. “En eso hay grandes masas que pierden y pocos que ganan. Desde el 2.011 había que corregir un rumbo y plantear un acuerdo de diálogo político más genuino para salirse de un entrampado discursivo”, concluyó.#