Una funcionaria, amiga de Milei, desafió el poder de Karina y la echaron
La subsecretaria de Coordinación Administrativa, Gladys Humenuk, fue desplazada en las últimas horas de su cargo a partir de las diferencias que venía manteniendo con la secretaría general de la Presidencia a cargo de Karina Milei.
El desplazamiento de la funcionaria, quien era amiga del presidente Javier Milei, se concretó ayer pero se dio a conocer hoy, indicaron a la Agencia Noticias Argentinas distintas fuentes que se desempeñan en la Casa Rosada.
Humenuk había llegado al gobierno semanas después de la asunción de Milei, quien mediante el decreto 18/2024, publicado el 4 de enero, la designó en el cargo, que depende de la Secrtearía General de la Presidencia, con oficinas cercanas al despacho presidencial.
De inmediato, la mujer hizo gala del estrecho vínculo que había construido con el mandatario en los años en que ambos trabajaban para la Corporación América, hasta el punto de que, según trascendió, se hizo apodar "Mileina" entre sus cercanos.
Apalancada en su cercanía con el mandatario, la funcionaria tuvo la osadía de buscar desafiar a la hermana de Milei, su jefa directa, quien al parecer trataba de mantenerla apartada del círculo íntimo del poder libertario, al que ella buscaba acceder.
En la campaña electoral del año pasado, que llevó a Milei a la Presidencia, Humenuk secundó a Juan Napoli en la boleta de La Libertad Avanza (LLA) como candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires.
En su cargo en la Secretaría General de la Presidencia tenía, entre sus atribuciones, el manejo de cuestiones administrativas, financieras, de recursos humanos, informáticos y de materiales de esa área, luego de haber ocupado la jefatura de Control de Gestión en Corporación América, la empresa propiedad de Carlos Eurnekian.
Meses después de asumir en la gestión libertaria, Humenuk se ganó la bronca de algunos empleados de la Casa Rosada, en especial de los mozos, al decidir unilaterlamente el recorte de sus horas extras.
Eso obligó a que quienes preparan y sirven café en los despachos de la Rosada tuvieran que vender allí paquetes de galletitas, alfajores y tortas caseras para compensar la disminución de ingresos que implicaba la medida de la funcionaria.
Hasta la propia Karina Milei había comprado a los mozos algunas porciones de las diferentes tortas que se ofrecen en las cocinas, en lo que fue leído como un respaldo a los trabajadores de la Casa de Gobierno.
El desplazamiento de la funcionaria, quien era amiga del presidente Javier Milei, se concretó ayer pero se dio a conocer hoy, indicaron a la Agencia Noticias Argentinas distintas fuentes que se desempeñan en la Casa Rosada.
Humenuk había llegado al gobierno semanas después de la asunción de Milei, quien mediante el decreto 18/2024, publicado el 4 de enero, la designó en el cargo, que depende de la Secrtearía General de la Presidencia, con oficinas cercanas al despacho presidencial.
De inmediato, la mujer hizo gala del estrecho vínculo que había construido con el mandatario en los años en que ambos trabajaban para la Corporación América, hasta el punto de que, según trascendió, se hizo apodar "Mileina" entre sus cercanos.
Apalancada en su cercanía con el mandatario, la funcionaria tuvo la osadía de buscar desafiar a la hermana de Milei, su jefa directa, quien al parecer trataba de mantenerla apartada del círculo íntimo del poder libertario, al que ella buscaba acceder.
En la campaña electoral del año pasado, que llevó a Milei a la Presidencia, Humenuk secundó a Juan Napoli en la boleta de La Libertad Avanza (LLA) como candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires.
En su cargo en la Secretaría General de la Presidencia tenía, entre sus atribuciones, el manejo de cuestiones administrativas, financieras, de recursos humanos, informáticos y de materiales de esa área, luego de haber ocupado la jefatura de Control de Gestión en Corporación América, la empresa propiedad de Carlos Eurnekian.
Meses después de asumir en la gestión libertaria, Humenuk se ganó la bronca de algunos empleados de la Casa Rosada, en especial de los mozos, al decidir unilaterlamente el recorte de sus horas extras.
Eso obligó a que quienes preparan y sirven café en los despachos de la Rosada tuvieran que vender allí paquetes de galletitas, alfajores y tortas caseras para compensar la disminución de ingresos que implicaba la medida de la funcionaria.
Hasta la propia Karina Milei había comprado a los mozos algunas porciones de las diferentes tortas que se ofrecen en las cocinas, en lo que fue leído como un respaldo a los trabajadores de la Casa de Gobierno.